Un estudio ha indagado sobre el efecto de la vacunación en la cantidad de sangrado menstrual.
Aunque cada vez hay más pruebas que demuestran que la vacunación contra la COVID-19 se asocia a un pequeño aumento de la duración del ciclo, otras alteraciones, como la cantidad de sangrado, son menos conocidas.
El estudio, publicado en la revista científica 'British Journal of Obstetrics and Gynaecology', se basan en trabajos anteriores del mismo equipo de investigación que identificó por primera vez una asociación entre las vacunas y los cambios del ciclo menstrual.
La investigación, dirigida por la Oregon Health & Science University (Estados Unidos), ha demostrado que las mujeres vacunadas contra la COVID-19 tienen un riesgo ligeramente mayor de que su menstruación sea más abundante después de la vacunación.
El objetivo del estudio era estimar el efecto de la vacunación sobre la cantidad de sangrado menstrual en personas con ciclos menstruales normales.
"La menstruación es una función corporal rutinaria y un indicador clave de la salud en general, por lo que es crucial que entendamos el alcance de este problema entre la población mundial. Cuanto más podamos entender acerca de estos cambios notificados, más eficazmente podremos asesorar a las personas sobre qué esperar con la vacuna COVID-19 y cómo tomar una decisión informada acerca de vacunarse", ha resaltado Alison Edelman, una de las líderes del trabajo.
Los investigadores analizaron los datos del ciclo menstrual de la aplicación de seguimiento de la fertilidad Natural Cycles. La cohorte incluía un total de 9.555 individuos (7.401 vacunados y 2.154 no vacunados) que vivían principalmente en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Europa.
Los participantes declararon la cantidad de sangrado diario como "manchado", "ligero", "medio" o "abundante". A continuación, los investigadores examinaron el número de días de sangrado abundante y la cantidad total de sangrado.
Los análisis mostraron un pequeño aumento del 4 por ciento en el porcentaje de participantes que experimentaron una mayor cantidad total de sangrado tras la primera dosis de la vacuna en comparación con un grupo de comparación no vacunado.
El equipo de investigación subraya que estos resultados no deben ser motivo de preocupación, sino que deben proporcionar la seguridad de que, si se producen cambios en el flujo con la vacunación, es probable que sean pequeños y temporales.
Los investigadores esperan conocer mejor el mecanismo biológico de estos cambios y seguirán aprovechando los datos de las aplicaciones de seguimiento del ciclo para investigar otras variaciones de la menstruación tras la vacunación, como la ausencia de ciclos, las hemorragias vaginales inesperadas y el dolor.
También estudiarán el efecto de la COVID-19 en el ciclo menstrual, sospechando que la propia infección sea la responsable de generar cambios similares a los experimentados tras la vacunación.
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