Hoy desde la revista de ginecología exaltamos la entrega de las parteras y su aporte al traer vida al mundo, muchas veces en espacios de poblaciones donde no se cuenta con hospitales o clínicas cercanas.
Reconocer el esfuerzo que algunas culturas han adelantado por años, muchas veces no es tan fácil, sin embargo, hoy desde la revista de ginecología exaltamos la entrega de las parteras y su aporte al traer vida al mundo, muchas veces en espacios de poblaciones donde no se cuenta con hospitales o clínicas cercanas.
En el país de Colombia, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural decidió incorporar la partería tradicional afro del Pacífico, en la lista del Patrimonio Cultural de este país, sin duda, un merecido y necesario reconocimiento.
Se calcula que, en algunos de los municipios de este país, como por ejemplo en el Valle, Chocó, Cauca y Nariño, aproximadamente 1.600 personas entre hombres y mujeres se dedican a este oficio tradicional apoyando a cientos de mujeres en el momento de traer a sus hijos al mundo.
Para llegar a este reconocimiento, la Asociación de Parteras Unidas del Pacífico, Asoparupa, durante cuatro años realizó un mapeo de este oficio, con el fin de exaltar su importancia y lo necesario que es en estas zonas que están lejos de las grandes ciudades.
“El Consejo consideró que esta manifestación representaba un conocimiento ancestral que se mantenía activo y vigente a través del oficio de la Partería. La incorporación en la Lista del Patrimonio de la Nación lo visibiliza y el proceso de elaboración del PES identifica las acciones y actividades que se deben adelantar para asegurar su preservación”, afirmó Alberto Escobar Wilson-White, Director de Patrimonio del Ministerio de Cultura.
Matilde Castillo Alarcón, de 78 años, líder comunitaria, artesana, cantadora y partera de Tumaco, habló con Sentir Positivo del reconocimiento, la importancia histórica que representa para ella y su comunidad y expresó su deseo de compartir los conocimientos ancestrales, “No queremos llevarnos a la tumba lo poquito que sabemos”.
Sin duda, un lindo reconocimiento a la labor que adelantan sobre todo adultos mayores, quienes tienen el anhelo de no dejar morir sus costumbres que tanto favorecen a la comunidad y que no desean dejar de lado como otros aspectos que se ven afectados por la llegada de nuevas tecnologías e implementos.