¿Por qué en pleno 2022 la menstruación sigue siendo un tabú?

La menstruación mancha, huele y en muchas ocasiones causa dolor, sin embargo, seguimos llamándola por eufemismos, los cuales tienen un propósito, darnos palabras para hablar de algo que en la sociedad se considera un tabú.

Estefanía Santos

    ¿Por qué en pleno 2022 la menstruación sigue siendo un tabú?


    Pasamos, casi, media vida (2.920 días) menstruando y, a día de hoy, nos pedimos las toallas higiénicas o los tampones susurrando y cuando vamos a un baño público (trabajo, escuela, universidad, entre otros) los escondemos debajo de nuestra ropa. De hecho, seguimos colocándole apodos como: "vino Andrés", "me canto el gallo" o "estoy mal" cuando lo debemos llamar tal y como es: la menstruación.

    Asimismo, la publicidad también se ha encargado de esconder el sangrado natural de la mujer en sus anuncios, utilizando un eufemístico líquido azul para ejemplificar el flujo menstrual.

    Según un estudio realizado por la Organización Plan Internacional en Reino Unido, en el 2018, dos tercios de las mujeres se sienten incómodas al hablar del ciclo menstrual con los hombres que las rodean (amigos, padre, novio, esposo, etc.), el 50% de las estudiantes no lo hablarían nunca con sus profesoras -siendo mujeres- y el 75% jamás lo haría con un profesor.

    El problema no es menstruar, el problema es quien menstrúa en la sociedad, así lo afirmó la pedagoga Erika Irusta, investigadora y miembro de la americana Society for Menstrual Cycle Research "es un tabú porque quien lo hace son los cuerpos que no dominan ni ordenan el mundo".

    Afirmó Irusta.

    Menstruar es un hecho fisiológico, pero también es un hecho cultural y político, porque no es lo mismo hablar de la regla en países de Latinoamérica, como en países de Asia, donde su cultura y creencias los han llevado a construir su propia concepción de lo que significa el hecho de menstruar.

    El flujo menstrual puede que para unas sea algo hermoso y divino que la vida nos regaló, sin embargo, para otras puede ser un verdadero infierno. Nos han enseñado que la regla nos debe dar vergüenza, que es algo privado y que se debe ocultar a toda costa.

    El silencio, la vergüenza y el desinterés científico por la menstruación han extendido un conjunto de mitos, de los cuales debemos encargarnos y desecharlos, educando al mundo y mostrando lo valiosas que somos por nuestra menstruación.

    Fuente consultada: El Español

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