Los problemas respiratorios derivados de la eclampsia llevaron al desenlace fatal de la atleta.
La atleta de alto rendimiento y excampeona olímpica Tori Bowie, quien se encontraba con 8 meses de embarazo, falleció repentinamente a los 32 años. Aunque en un principio no se conocían las causas exactas de su muerte, las principales hipótesis sugirieron que se debió a dificultades que enfrentó en el trabajo de parto.
Recientemente, el informe de la autopsia reveló que la deportista falleció por complicaciones durante la etapa final de su embarazo, es decir, en el proceso de parto que llevó desde su casa.
Según refieren, el alumbramiento se complicó debido a problemas respiratorios derivados de las contracciones y la eclampsia, una enfermedad que es poco frecuente y que puede provocar convulsiones e, incluso, accidentes cerebrovasculares.
Eclampsia, una condición que desencadena complicaciones fatales
La eclampsia genera convulsiones generalizadas inexplicables en pacientes que tienen preeclampsia, es decir, que tienen hipertensión o el empeoramiento de una hipertensión preexistente con proteinuria después de las 20 semanas de gestación.
Adicionalmente, la literatura médica refiere que las mujeres mayores de 35 años, afroamericanas, con su primer embarazo, con diabetes o enfermedad arterial o renal, tienen más probabilidades de sufrir de preeclampsia.
La preeclampsia afecta entre el 3 al 7 % de las mujeres embarazadas y a preeclampsia y la eclampsia aparecen después de las 20 semanas de gestación. De hecho, el portal médico Manual MSD indica que hasta el 25 % de los casos aparecen en el posparto, más a menudo dentro de los primeros 4 días, pero a veces hasta 6 semanas después del parto.
Los principales síntomas de la eclampsia incluyen convulsiones, agitación intensa y pérdida de conocimiento. Sin embargo, antes de presentarlos, la mayoría de mujeres puede experimentar dolores de cabeza, náuseas, vómitos, dolor de estómago, hinchazón de las manos y la cara y problemas de visión.
Una carrera deportiva con grandes éxitos
Tori Bowie era una de las grandes velocistas a nivel mundial de la última década. La última campeona del mundo de los 100 metros lisos estadounidense.
En los Juegos Olímpicos de Río 2016, ganó la plata en los 100 metros lisos por detrás de la jamaicana Elaine Thompson-Herah, triunfo que acompañó con el bronce en los 200 metreos y que coronó con el oro en el relevo estadounidense del 4x100m.
Un año después, en el Mundial de 2017 de Londres, se proclamó campeona del mundo de los 100 metros. Además, Bowie también se desenvolvía muy bien en el salto de longitud, en el que se quedó cerca de los siete metros (6,91m de marca personal) y a las puertas del podio en el Mundial de Doha 2019.
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