Lo que debes saber sobre los fibromas uterinos

Se estima que los fibromas afectarán a 8 de cada 10 mujeres afroamericanas y a 7 de cada 10 caucásicas para la edad en la que alcancen la menopausia.

Estefanía Santos

    Lo que debes saber sobre los fibromas uterinos

    Los fibromas uterinos (también llamados miomas o leiomiomas) son tumores benignos (no cancerosos) de tejido muscular que se encuentran en el útero. Pueden cambiar la forma y el tamaño del útero (matriz) y, algunas veces, obstruir el canal del cuello uterino o cérvix. Crecen de las células de músculo liso en la pared del útero. Los fibromas son muy comunes y puede haber uno o más.

    Por lo general, los fibromas se notan durante la edad reproductiva y disminuyen de tamaño después de la menopausia. La mayoría no generan síntomas ni requieren tratamiento. Sin embargo, según el tamaño y la ubicación en el útero pueden causar síntomas o requerir tratamiento.

    ¿Cuál es la causa de los fibromas uterinos? 

    Los fibromas se forman porque una célula genéticamente alterada de la pared del útero produce tejido muscular en exceso, lo que genera una masa que crece. No se conoce con claridad la causa principal de los fibromas, pero existe evidencia que sugiere que, tanto la genética como las hormonas, juegan un papel en esto. Por ejemplo, los fibromas son más comunes en las afroamericanas que en las mujeres caucásicas.

    El estrógeno y la progesterona (hormonas producidas principalmente por los ovarios) pueden estimular el crecimiento de fibromas. Después de la menopausia, cuando bajan los niveles hormonales, es raro que crezcan los fibromas y por lo general disminuyen de tamaño. No hay mucha evidencia de que la alimentación y el estilo de vida afecten el crecimiento de los fibromas y su desarrollo. De manera similar, los medicamentos como las píldoras anticonceptivas de dosis bajas no tienen o poseen muy poco impacto en el crecimiento de los fibromas.

    ¿Dónde se encuentran los fibromas? 

    Los fibromas normalmente se encuentran en el cuerpo del útero, pero a veces ocurren en el cuello uterino. Los fibromas que se encuentran dentro del útero pueden dividirse en tres categorías:

    • Los subserosos que se encuentran en la pared exterior del útero (55%)
    • Los intramurales que se encuentran en las capas musculares de la pared uterina (40%)
    • Los submucosos que protruyen en la cavidad uterina (5%).

    Existe otra clasificación (FIGO) que asigna un número de 0 a 7 según la localización del fibroma en relación a la cavidad endometrial, el miometrio (músculo uterino) o a la serosa del útero.

    Los fibromas pueden conectarse al útero a través de un tallo (pediculados) o pueden estar unidos a órganos cercanos como la vejiga, el intestino o los ligamentos que rodean al útero. Rara vez se encuentran fibromas fuera de la cavidad pélvica.

    ¿Cuáles son los síntomas de los fibromas? 

    Los síntomas de los fibromas se relacionan al tamaño y a la ubicación. La mayoría de las mujeres con fibromas uterinos no tienen ningún síntoma. Los síntomas más comunes son sangrado uterino anormal, dolor y presión en la pelvis. 

    Sangrado uterino anormal

    El sangrado uterino anormal es el síntoma más común cuando los fibromas están en el revestimiento del útero o cerca de este y es la razón principal para tratar los fibromas. El sangrado uterino anormal puede deberse a otras enfermedades como cáncer de endometrio y problemas hormonales. Es importante que quienes tengan fibromas y experimenten sangrado vaginal anormal se sometan a una evaluación exhaustiva para descubrir si las causas son otras.

    Dolor

    Un fibroma que crece rápidamente puede superar la capacidad de suministro sanguíneo y degenerarse, lo que causa dolores y cólicos (calambres). Los fibromas que están unidos al útero por un tallo fino pueden estrangularse y causar dolor intenso. Los fibromas uterinos también pueden hacer que las relaciones sexuales u otras actividades sean dolorosas. Las mujeres con fibromas pueden experimentar ciclos menstruales dolorosos.

    Síntomas de presión

    Los fibromas grandes pueden ejercer presión sobre órganos pélvicos cercanos. Si el fibroma hace presión sobre la vejiga, la cual se encuentra adelante del útero, puede causar deseo de orinar frecuente o urgente. La presión en los uréteres (los conductos que transportan la orina de los riñones a la vejiga) puede dañar los riñones si no se extirpan los fibromas. Los fibromas en la parte baja del útero pueden presionar el intestino grueso y el recto, lo que causa movimientos intestinales dolorosos, estreñimiento y hasta hemorroides.

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    ¿Causan infertilidad los fibromas? 

    Los fibromas pueden estar asociados con infertilidad, pero raramente son la razón principal para no concebir. Lograr un embarazo es más difícil en mujeres infértiles que tienen fibromas que para aquellas mujeres que no los tienen. Además, las tasas de embarazos exitosos con Fertilización in-Vitro pueden ser más bajas en mujeres con fibromas. El lugar en el que crecen los fibromas puede ser un factor que contribuye a la infertilidad; los que protruyen en la cavidad (submucosos) definitivamente deben ser removidos para mejorar la fecundidad. Los que están en la capa muscular (intramurales) requieren una evaluación más detallada acerca de su impacto o distorsión de la cavidad uterina para decidir si deben ser removidos para mejorar las probabilidades de embarazo.

    ¿Cuándo se operan los fibromas?

    La cirugía para remover los fibromas se conoce como miomectomía. Esta puede ser abdominal o vaginal (por histeroscopía). Las miomectomías solo se recomiendan cuando hay sintomatología que esté impactando adversamente la calidad de vida del paciente o cuando existe una cavidad uterina distorsionada en un paciente de infertilidad. No se deben practicar miomectomías profilácticas; es decir, sin síntomas o sin que se haya documentado una evaluación completa para la infertilidad.

    ¿Qué ocurre con los fibromas durante el embarazo?

    Los fibromas pueden crecer durante el embarazo y pueden cambiar la posición en la que se encuentra el bebé al momento del parto. Además, los fibromas aumentan el riesgo de requerir una cesárea, abortos espontáneos y partos prematuros. Según la ubicación de los fibromas, estos pueden causar problemas en el parto, que incluyen sangrado y separación prematura de la placenta. 

    ¿Pueden ser cancerosos los fibromas?

    El riesgo de que los fibromas sean cancerosos es de aproximadamente 1 en 1000 (de los fibromas extirpados) durante los años reproductivos y es más común en las mujeres después de la menopausia. 

    ¿Cómo se diagnostican los fibromas?

    Examen pélvico. Por lo general, los fibromas uterinos se evidencian en exámenes pélvicos al palpar la forma y el tamaño del útero. A veces el examen pélvico no es suficiente para distinguir un fibroma de una masa ovárica cercana al útero. También pueden realizarse estudios de imágenes, como la sonografía, la sonohisterografía y la resonancia magnética (MRI).

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