Hematoma retroplacentario, ¿qué es y cómo tratarlo?

La presencia de hematomas retropalcentarios es una afección poco común pero de gravedad que se presenta en el embarazo, especialmente en el tercer trimestre.

Estefanía Santos

    Hematoma retroplacentario, ¿qué es y cómo tratarlo?

     presencia de hematomas retropalcentarios es una afección poco común, pero de gravedad que se presenta en el embarazo, especialmente en el tercer trimestre.

    La placenta juega un papel fundamental en el embarazo, ya que permite el intercambio de oxígeno y nutrientes entre madre e hijo, y además cumple una función protectora para el feto muy importante. En pocas ocasiones se producen complicaciones graves, como la placenta previa o el desprendimiento prematuro de placenta que suelen requerir intervención médica inmediata o cesárea, dependiendo de la etapa de embarazo en la que se presenta.

    Ahora bien, el hematoma retroplacentario habla del desprendimiento prematuro de la placenta. Esta condición se presenta cuando una arteria de la placenta se rompe, ya sea por un vasoespasmo o por una vena trombosa.

    Causas del hematoma retroplacentario

    • Disinmunidad: La mitad de feto se compone de genes externos a la madre, los del padre. Comúnmente hay una tolerancia por parte del sistema inmunológico a estos factores. Ahora bien, cuando la tolerancia no es tan efectiva, se presenta el hematoma retroplacentario como un rechazo del sistema inmunitario al embarazo.
    • Angiopatía: Es una complicación vascular que afecta a la placenta. Se da cuando las arterias espirales maternas generan resistencia al paso de la sangre, de manera que la placenta esté menos nutrida de sangre.
    • Inflamación aguda: Puede provocar alteraciones en el papel que juga la interacción de las células.

    Se han destacado otros factores de riesgo como el tabaquismo, edad materna, hipertensión, antecedentes de hematoma retroplacentario, preeclampsia, diabetes, entre otros.

    Identífica el hematoma retroplacentario a tiempo

    Esta condición suele presentarse con tres síntomas en específico: dolor abdominal punzante, metrorragia (sangrado) y frecuencia cardíaca anormal.

    No existe un tratamiento temporal, más que la intervención de emergencia para poder disminuir el nivel de riesgo del feto y de la madre. La evacuación del útero es la única solución para evitar que la condición se torne incluso más grave.

    Fuente consultada: Okdiario

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