En Puerto Rico se llevan a cabo dos cirugías de trasplante de órganos con los métodos de bioseguridad necesarios para una excelente recuperación en pacientes.
Eduardo Najar
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
En Puerto Rico se llevan a cabo dos cirugías de trasplante de órganos con los métodos de bioseguridad necesarios para una excelente recuperación en pacientes.
El Centro de Trasplantes de Órganos de Puerto Rico resalta la efectiva labor médica por parte de la única entidad de salud que hace este tipo de procedimientos en la isla. En exclusiva para la Revista Medicina y Salud Pública (MSP), el doctor Juan del Río, director del Centro de Trasplantes del Hospital Auxilio Mutuo enfatiza en las cirugías de trasplante y cómo estas se llevan a cabo con la aparición de la pandemia actual.
El Hospital Auxilio Mutuo realizó un cese de actividades dependiendo de la situación y de la gravedad con la que llegaban los pacientes con el fin de protegerlos. Se postergaron varias intervenciones como: las renales por dos a tres semanas, el trasplante de hígado siempre y cuando no fuera de gravedad, en la medida de que el riesgo no fuera mayor a la pandemia. En esas semanas no hubo ningún caso de hepatitis fulminante, ni de mel esscort (síndromes caracterizados por alteraciones en el tamaño del hígado, a causa de la hepatitis en primer grado). Ante esto se aplazaron dichos procedimientos durante seis semanas para evitar que los paciente se contagiaran de COVID-19 y también evitar el riesgo en los funcionarios de salud dentro de la institución.
Así mismo, considerando que Puerto Rico tiene uno de los índices más bajos de portadores, fueron retomadas las actividades de manera normal. El pasado mes de mayo, iniciaron nuevamente las cirugías de trasplante de hígado y de riñón, procediendo con dos y cinco procedimientos, respectivamente.
Mire la entrevista completa a continuación.
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Con el fin de que el paciente trasplantado se sienta acompañado después de su operación y que no pase por algún riesgo, se han implementado varios recursos tecnológicos y humanos con el que el hospital y el paciente pueden contar para llevar un riguroso control. Estas herramientas son: telemedicina, establecimiento de un horario único para pacientes trasplantados, la visita presencial se limita para aquellos pacientes que requieren de una revisión física y la ayuda familiar, que es el método más importante para poder movilizar a aquellas personas que no pueden por sí mismas, además garantiza que los medicamentos lleguen de manera puntual y segura a todos los pacientes.
“Todos estamos haciendo lo mismo, con toda la información y los nuevos accesos es muy fácil que todas las entidades de salud y médicos actuemos de manera rigurosa al operar y más aún, cuando tenemos un virus tan letal como el que presentamos. He estado en contacto con varios colegas en New York, Seattle y México y en realidad todos vamos por el mismo camino, ser más cuidadosos con los protocolos de seguridad y en los test de COVID-19 a realizar a los pacientes que están programados para alguna cirugía. Las pruebas que se están llevando a cabo son de tipo molecular pues estas tienen una especificidad del 90%, mientras que las serológicas tienen un rango del 70% a 80%, estas son una de las medidas que a nivel mundial se están llevando y sobre todo para nosotros que operamos a personas con un alto riesgo de mortalidad y contagio. Es muy importante el cuidado en los pacientes, pues se ha perdido una vida por contagio dentro del hospital y el objetivo es salvarlas”, añadió el especialista Juan del Río.
Para aquellos pacientes que según un diagnóstico previo son crónicos o necesitan con urgencia algún tipo de trasplante, se hace una evaluación de los mismos a detalle, estos en su mayoría son pacientes oncológicos, que por su estado de salud necesitan de manera inmediata un órgano. En el Hospital Auxilio Mutuo, antes de la pandemia habían 350 pacientes de trasplante renal y 14.015 de hígado con diferente niveles de gravedad (anteriormente mencionados).
Actualmente, se encuentran recuperados 2500 pacientes de riñón, 125 pacientes de páncreas y riñón y por último, 305 de hígado. Además, en un porcentaje del 85% se encuentran de manera estable y específicamente 280 viven de manera activa, laboran, hacen deporte, es decir, poseen una vida normal.
Se ha demostrado que el trasplante de órganos es vital tanto en Puerto Rico, como en el resto del mundo, pues es una especialidad que aunque casi no se ejecuta en muchos países, puede llegar a ser una gran herramienta para salvar vidas.