Las Enfermedades Inflamatorias del Intestino y la calidad de vida: cambios frecuentes

La calidad de vida de los pacientes con Enfermedades Inflamatorias Intestinales puede incluir un planteamiento de superación para seguir adelante.

Isbelia Farías

    Las Enfermedades Inflamatorias del Intestino y la calidad de vida: cambios frecuentes

    Cuando se habla de enfermedades inflamatorias Intestinales (EII) se engloban varias enfermedades crónicas del tracto gastrointestinal, que cursan con brotes y periodos de remisión. 

    Las más comunes son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, las cuales se manifiestan con la aparición de síntomas intestinales como la diarrea, heces con sangre y dolor abdominal.

     Además, también pueden presentarse síntomas como fatiga, pérdida de peso y dolor en las articulaciones. 

    Estas patologías causan una gran afectación en la salud, que lleva a un cambio de actitudes y conductas a nivel físico, emocional y social. Por ello, tener una mejor percepción de la calidad de vida puede ser beneficioso.

    EII y calidad de vida

    La calidad de vida incluye la percepción de la enfermedad por parte del paciente y está integrada por elementos físicos, sociales y psicológicos, determinados por experiencias, creencias y expectativas del paciente. 

    Algunas sugerencias para tener una buena calidad de vida, pese a sobrellevar una EII son las siguientes:

    • Afrontar la enfermedad como un reto: y no como un conveniente. Aunque las EII no se cura, se puede aprender a convivir con ella. Un planteamiento de superación es necesario para seguir adelante. 

    • No olvidarla, pero tampoco estar pendientes: las EII son crónicas, pero controlables en muchos casos. Los inicios son fuertes y pueden obsesionar al paciente. Pero, cuando las cosas van bien, se puede olvidar que se padece la enfermedad. Es necesario seguir siempre las recomendaciones médicas. 

    • Acceso a información veraz: despejar las dudas para superar los miedos. Estas enfermedades son complejas, por ello, a veces la información que se obtiene no son de fuentes adecuadas, pues, incluso los fármacos que se emplean no son conocidos por la población general, ni por otros médicos que no se dedican a estas condiciones. Se debe obtener del médico especialista información de calidad. 

    • Una atención especializada: los pacientes con estas condiciones pueden requerir la atención por parte de médicos especializados, bien sea para abordar la misma u obtener información. Se debe contar con acceso a los especialistas de referencia. 

    • Dieta equilibrada: ejercicio físico y evitar malos hábitos. Es decir, se recomienda llevar una vida sana en todos los sentidos. Los hábitos tóxicos, como el consumo de tabaco y alcohol, pueden ocasionar otras enfermedades y facilitar la aparición de efectos adversos en los tratamientos empleados en la EII, empeorando el pronóstico. 

    • Adherencia al tratamiento: es necesario seguir el tratamiento para que el mismo sea eficaz. 

    Cualquier decisión o acción puede tener efectos colaterales que no se buscaban, por lo que la información es importante, además de una buena comunicación médico-paciente.

    En este sentido, las escuelas, administraciones, empresas, centros sanitarios y familias pueden ayudar a que los pacientes sigan los tratamientos y controles adecuados. Además, los controles médicos se pueden adaptar, en la medida de lo posible, a la vida del paciente, para preservar su normalidad. 

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