“El tratamiento para la hepatitis C puede durar entre 12 a 8 semanas y sería suficiente para una cura"

Hoy en día, la hepatitis C puede tratarse con medicamentos orales con tasas de curación de hasta un 98 %.

Katherine Ardila

    “El tratamiento para la hepatitis C puede durar entre 12 a 8 semanas y sería suficiente para una cura

    La hepatitis C es una enfermedad viral que afecta principalmente al hígado y que, a pesar de su gravedad potencial, suele avanzar de forma silenciosa. Esto significa que muchas personas pueden estar infectadas durante años sin presentar síntomas evidentes

    La Dra. Bárbara Rosado Carrión, gastroenteróloga con subespecialidad en trasplante hepático, explica: “A la hepatitis C se le conoce como una enfermedad silenciosa porque la mayoría de los pacientes que están infectados no tienen síntomas o tienen síntomas poco específicos como pudiera ser cansancio, falta de ánimo entre otros”.

    Este silencio clínico, que puede parecer inofensivo, en realidad tiene un impacto grave sobre la salud pública. Cuando el diagnóstico se retrasa por la falta de síntomas, el virus continúa dañando el hígado sin que el paciente lo sepa. 

    Por esta razón, la experta insiste en que tanto médicos como pacientes estén atentos a los factores de riesgo y promuevan el cribado oportuno. En sus palabras: “Por eso la importancia de que tanto el paciente como el médico indague sobre ciertas preguntas de factores de riesgo y que se haga la prueba a todo paciente que tenga 18 años en adelante para tratar de identificar el universo de potenciales pacientes infectados”.

    La hepatitis C se ve impulsada por opioides 

    Aunque muchas veces permanece invisible, “la hepatitis C es una de las principales causas de enfermedad crónica del hígado, tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos y sigue siendo una de las primeras tres causas de indicación para trasplantes de hígado”.

    La infección puede desencadenar una inflamación persistente que, con el tiempo, evoluciona hacia fibrosis, cirrosis e incluso cáncer hepático. Por eso, su detección temprana resulta vital. 

    Actualmente, uno de los factores que más contribuyen al aumento en los casos nuevos de hepatitis C es el uso de drogas ilícitas, particularmente las inyectables como la heroína o el fentanilo, cuyo uso se ha disparado en la población joven. 

    La epidemia de opioides, por tanto, está directamente vinculada con la transmisión del virus. “El grupo con mayor riesgo de estar infectados son los pacientes que son usuarios de drogas ilícitas como pudieran ser drogas intravenosas o el uso de fentanilo”, comenta la gastroenterologa”. 

    Además, añade que “lamentablemente la incidencia de casos nuevos relacionados a la infección con el virus de la hepatitis C han ido en aumento y esto va paralelo a la epidemia del uso de fentanilo que estamos viviendo”.

    Nuevos tratamientos orales para la hepatitis C

    Durante años, el tratamiento de la hepatitis C fue sinónimo de largos meses de inyecciones, efectos secundarios significativos y tasas de éxito modestas. Sin embargo, hoy en día existen terapias orales altamente eficaces que no solo mejoran la calidad de vida del paciente, sino que ofrecen una probabilidad real de cura. 

    “Afortunadamente los tratamientos orales pueden ir de una pastilla diaria por 12 semanas a tres pastillas diarias por 8 semanas con un 98 % de cura biológica en la gran mayoría de los pacientes”, afirma la especialista.

    En Puerto Rico, los medicamentos más utilizados como primera línea son Mavyret y Epclusa, ambos recomendados por las guías clínicas y cubiertos por la mayoría de los planes médicos. “La duración puede fluctuar entre 12 semanas a 8 semanas de tratamiento y eso sería suficiente como para obtener una cura”, señala la Dra. Rosado.

    La importancia de las pruebas diagnósticas y el seguimiento

    Para asegurar el éxito del tratamiento, es fundamental seguir un protocolo diagnóstico riguroso que incluya una prueba de carga viral antes de iniciar la terapia y otra tres meses después de finalizada. 

    “Siempre que el paciente es iniciado en el tratamiento se tiene que hacer una carga viral de base que es la prueba confirmatoria para determinar si el paciente está activamente infectado. Una vez el paciente finaliza el tratamiento, se tiene que hacer la prueba de la carga viral 3 meses posterior al tratamiento y ahí es cuando determinamos si tuvo una cura virológica sostenida”, explica.

    Acceso, educación y prevención: pilares para la erradicación

    A pesar de los grandes avances terapéuticos y del acceso a medicamentos en Puerto Rico, aún existen barreras importantes en la detección. Muchos pacientes no saben que están infectados, por lo que no se benefician de tratamientos que podrían curarlos. 

    Por ello, diversas entidades médicas y de salud pública han hecho un llamado para universalizar la prueba de hepatitis C. “Recientemente las sociedades más prestigiosas a nivel de Estados Unidos como la Asociación Americana para el Estudio de Enfermedades Hepáticas, la Sociedad de Infectología, el CDC, el TaskForce emitió una recomendación que todo paciente de mayor de 18 años se le haga la prueba”, recalca la Dra.

    Además, el Departamento de Salud ha comenzado a integrar esta prueba como parte de los exámenes requeridos para los certificadores de salud. “Una de las recomendaciones que tiene el Departamento de Salud hoy día es que los certificadores de salud en donde antes se le hacía la prueba de tuberculina y el VDRL al paciente ahora incorpora la prueba serológica de hepatitis C como una prueba de cernimiento para tratar de identificar los pacientes mucho más rápido”, agrega.

    Finalmente, la prevención es una herramienta clave para detener la transmisión del virus. La hepatitis C puede curarse, pero es necesario identificar al paciente a tiempo.“Es sumamente importante que el paciente tenga acceso a las terapias adecuadas para él, no solamente para tratarla sino para la eliminación del mismo y mejorar la calidad de vida”



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