El rol de la enfermería es clave en la adherencia al tratamiento: Manejo de enfermedades pulmonares

La enfermería es el puente entre el paciente y el equipo médico. Su contacto con el paciente permite administrar tratamientos, pero también educar, acompañar emocionalmente y monitorear la evolución, fortaleciendo la continuidad del cuidado.

Katherine Ardila

    El rol de la enfermería es clave en la adherencia al tratamiento: Manejo de enfermedades pulmonares

    Las enfermedades intersticiales pulmonares no admiten abordajes aislados. Dada la naturaleza crónica y progresiva de estas patologías, los especialistas coinciden en que el manejo efectivo requiere la integración de diversas disciplinas médicas. Radiólogos, neumólogos, reumatólogos y equipos de enfermería deben moverse al unísono.

    Laura Ramírez, jefa de enfermería en el Hospital Universitario Mayor Medellín, lo explica: "En enfermería, este enfoque es importante porque somos quienes tenemos mayor contacto con el paciente". 

    Esa proximidad convierte a los enfermeros en pieza clave. No solo administran medicamentos. Gestionan expectativas. Acompañan procesos. "Les ayudamos con educación y con la administración del tratamiento", precisa Ramírez.

    Este contacto permanente permite a los profesionales de enfermería identificar necesidades específicas, ajustar estrategias educativas y monitorear la respuesta al tratamiento. 

    Mientras los especialistas diagnostican y prescriben, el personal de enfermería mantiene ese hilo conductor que evita que los pacientes se pierdan en el camino. "Gestionamos todo el proceso para que tengan un tratamiento adecuado y una buena calidad de vida", añade la experta". 

    La educación al paciente se convierte así en una herramienta clave, particularmente en enfermedades crónicas donde el autocuidado es fundamental para el pronóstico.  

    Tres obstáculos que complican el tratamiento

    Sin embargo, el camino hacia un manejo óptimo no está exento de obstáculos. Desde la perspectiva de enfermería, se identifican varios factores que complican la adherencia terapéutica. 

    "Nosotros tenemos varias barreras —enumera Ramírez—, entre ellas está la del sistema, que no le autorizaron el medicamento, que no se lo entregan, que no han podido tener ese medicamento".  

    Luego está la parte emocional. "Está la barrera psicológica, entonces los pacientes empiezan a sentir ansiedad, tristeza, esa depresión que ellos sienten, porque muchas veces no entienden la enfermedad como tal, cómo manejar bien ese tratamiento o cómo convivir con la enfermedad". 

    A esto se agregan creencias culturales que, en la era digital, encuentran nuevos canales de difusión: "Está la barrera cultural... ellos están muy enfocados en que hay tratamientos alternativos que lo pueden ayudar más, y como ahora con todo el tema de las redes y demás... no, que tómate este juguito, esto te ayuda o creen que pueden reemplazar su tratamiento".  

    Estas son barreras que se deben trabajar para mejorar y optimizar la atención no solo de personas con enfermedades intersticiales pulmonares, sino en general. 

    Cuidados paliativos: acompañamiento desde el diagnóstico  

    La novedad está en el timing. Ya no se espera a etapas avanzadas. "Para los pacientes es importante —explica Ramírez—, uno, todo el tema del autocuidado, y dos el tema paliativo, entonces ayudarlos a ellos más con el enfoque farmacológico". El enfoque es doble: manejar síntomas físicos con los medicamentos y sostener emocionalmente.  

    De hecho, la creación de redes de apoyo entre pares ha demostrado ser efectiva. Como detalla la experta: "Ahorita se está manejando como ese grupo social... los pacientes se ven entre ellos mismos, se arma como un grupito donde todos tienen la misma condición... todos hablan y expresan lo que sienten". 

    Estos espacios sirven para compartir sus experiencias, además, ver que otros atraviesan lo mismo les da fuerza. Sin embargo, requieren supervisión profesional para garantizar que la información compartida sea adecuada y terapéutica.  

    Todo se traduce en que el éxito en el manejo de las EPI depende de la integración genuina de múltiples perspectivas. Cuando radiólogos interpretan imágenes con precisión, cuando neumólogos ajustan tratamientos y cuando enfermeros educan y contienen.

    La enfermera Ramírez puntualiza: "En la enfermería, como estamos más cerca al paciente, entonces podemos tener ese seguimiento, esa cercanía a él y ayudarlo con este proceso". Esta proximidad, combinada con el expertise médico especializado y el apoyo psicosocial, hace posible un modelo donde cada profesional contribuye desde su ámbito para mejorar no solo la supervivencia, sino fundamentalmente la calidad de vida de los pacientes.



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