El exceso de cortisol en el organismo genera una serie de efectos secundarios que afectan tanto al aspecto físico como a la salud en general. La "cara de luna" es solo uno de los múltiples síntomas que pueden presentarse en quienes sufren esta afección.

En redes sociales, la "cara redonda" o "cara de luna" se ha popularizado como un término para describir un rostro más lleno o hinchado. Pero detrás de esta tendencia estética en línea se esconde un síntoma médico serio, a menudo ligado a una condición endocrina conocida como síndrome de Cushing.
Esta enfermedad se produce por una sobreproducción de cortisol, la hormona del estrés. Aunque comúnmente se asocia con el estrés crónico, la "cara redonda" puede ser la señal visible de un trastorno más profundo que afecta múltiples sistemas del cuerpo.
El síndrome de Cushing tiene diversas causas, pero las más frecuentes incluyen la presencia de un tumor en la glándula pituitaria (hipófisis), en las glándulas suprarrenales, o el uso prolongado de medicamentos corticosteroides, como la prednisona.
El exceso de cortisol en el organismo genera una serie de efectos que van mucho más allá de la apariencia. La "cara de luna" es solo la manifestación más reconocible. A nivel físico, se produce una acumulación característica de grasa en la parte superior del cuerpo, lo que resulta en una obesidad central prominente, especialmente en el abdomen, dando al cuerpo una forma distintiva de "manzana".
Este patrón de obesidad es en sí mismo un factor de riesgo importante para enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 y afecciones cardiovasculares. Otro síntoma frecuente es la debilidad muscular, particularmente en brazos y piernas, que puede dificultar tareas cotidianas y causar una fatiga extrema.
Las estrías, especialmente de color morado o rojizo, también son comunes y suelen aparecer en abdomen, muslos y brazos debido al estiramiento repentino de la piel.
Las consecuencias del síndrome de Cushing afectan a todo el organismo. La condición puede provocar hipertensión arterial, aumentando el riesgo de accidentes cerebrovasculares y problemas cardíacos si no se controla. La osteoporosis es otra complicación grave, ya que el exceso de cortisol debilita la estructura ósea, haciendo los huesos más frágiles y propensos a fracturas.
Otros efectos incluyen una alteración en la cicatrización de heridas, cambios en la piel que se vuelve más delgada y propensa a moretones y, en las mujeres, trastornos menstruales.
Diagnosticar el síndrome de Cushing es un desafío médico. Sus síntomas pueden imitar los de otras condiciones como el hipotiroidismo, el síndrome de ovario poliquístico (SOP) o la obesidad común, por lo que se requiere una evaluación exhaustiva por especialistas.
El proceso diagnóstico suele comenzar con la medición de los niveles de cortisol en sangre, orina o saliva. Para confirmar la sospecha, los médicos pueden realizar la prueba de supresión con dexametasona, en la que se administra este esteroide para observar la respuesta del cuerpo. Si los niveles de cortisol no descienden como deberían, el diagnóstico se fortalece.
Las pruebas de imagen, como resonancias magnéticas, son cruciales para identificar posibles tumores en la glándula pituitaria o en las suprarrenales, que son las fuentes más comunes del exceso de cortisol.
Una de las mayores complicaciones es la dificultad para un diagnóstico temprano. Los síntomas aparecen de forma gradual y suelen atribuirse a causas más comunes, como el estrés o el aumento de peso natural. Este retraso en la detección puede tener consecuencias graves para la salud física y también mental, ya que los pacientes suelen experimentar ansiedad, depresión y una baja autoestima debido a los cambios drásticos en su apariencia y capacidades.
En conclusión, mientras la "cara de luna" circula como una descripción estética en internet, en el ámbito médico es una señal de alarma que merece atención profesional. Reconocerla como un síntoma potencial de una enfermedad subyacente es el primer paso hacia un diagnóstico correcto y un tratamiento que puede preservar la salud y la calidad de vida.