La Diabetes es la causa más frecuente de Enfermedad renal en etapa terminal (ERT). Casi el 20% de los pacientes tratados con diálisis son diabéticos. Por su parte, la diálisis está asociada a desnutrición, dislipidemia, inflamación y estrés oxidativo, lo que puede aumentar el riesgo de morbilidad y mortalidad cardiovascular o por cualquier causa en estos pacientes. La mortalidad en pacientes que reciben diálisis de cualquier tipo, excede significativamente la tasa observada en la población general. Y el pronóstico también se relaciona con las comorbilidades que puedan presentar los pacientes dializados como, por ejemplo, diabetes mellitus tipo 2 o hipertensión arterial crónica. Estudios demuestran que la tasa de supervivencia a 5 años en pacientes dializados no diabéticos es del 46%, en comparación con los pacientes diabéticos que apenas alcanza el 30%. Por lo tanto, el paciente diabético con ERT constituye un desafío para el nefrólogo con respecto al tipo de terapia de reemplazo renal que debe ofrecer al paciente.
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