Una investigación identificó que las mujeres que consumían cannabis de forma frecuente, tuvieron un 49 % menos de probabilidad de tener diabetes tipo 2.
Según un estudio observacional representativo realizado en Estados Unidos, las mujeres que consumieron cannabis al menos cuatro veces en el mes anterior, siendo consumidoras frecuentes, tuvieron menos probabilidades de tener diabetes de tipo 2 en comparación con las mujeres que consumieron poco o que no consumieron.
Por el contrario, no hubo diferencias en la prevalencia de la diabetes de tipo 2 en los hombres que eran consumidores ocasionales o frecuentes de cannabis frente a los no consumidores.
Estos hallazgos se basan en datos de la National Health and Nutrition Examination Survey 2013-2018 (NHANES), en la que los participantes autoinformaron su consumo de cannabis.
El estudio realizado por el Dr. Ayobami S. Ogunsola, Ph. D., maestro en salud pública, estudiante de posgrado de la Escuela de Salud Pública de Texas A&M University, en College Station, Estados Unidos, y sus colaboradores, se publicó recientemente en Cannabis and Cannabinoid Research.
¿Qué significan estos hallazgos?
Aunque los hallazgos generales que vinculan el consumo de cannabis y la diabetes han sido inconsistentes, las diferencias de género en el estudio actual son consistentes con los estudios en animales y algunos estudios clínicos, dijo el Dr. Ibraheem M. Karaye, maestro en salud pública.
Sin embargo, es necesario confirmar estas diferencias de género, y "recomendamos fuertemente que se realicen más estudios biológicos o bioquímicos que realmente puedan indicarnos los mecanismos", agregó el Dr. Karaye, profesor asistente en el Departamento de Salud Poblacional de Hofstra University, en Hempstead, Nueva York, Estados Unidos.
"Es indiscutible que la marihuana medicinal tiene algunos beneficios médicos. Se ha demostrado que las mujeres que consumen cannabis pierden más peso que los hombres, por ejemplo", añadió el investigador.
"Si las mujeres (usuarias de cannabis) tienen menos probabilidades de desarrollar diabetes o más probabilidades de expresar una mejoría de los síntomas de la diabetes, esto significa que los medicamentos para la hiperglucemia que se recetan deben vigilarse escrupulosamente. De lo contrario, existe el riesgo de que puedan responder en exceso" señaló.
Es decir, continuó el Dr. Karaye, las mujeres "pueden estar en riesgo de desarrollar hipoglucemia porque el cannabis actúa de manera sinérgica con el medicamento que se usa para tratar la diabetes".
Los médicos estadounidenses, especialmente en los estados donde la marihuana medicinal está legalizada, deben ser conscientes de la posible sinergia.
"Habría que considerar al paciente como un todo. Por ejemplo, una mujer que usa marihuana medicinal en realidad puede responder de manera diferente a los medicamentos para la hiperglucemia", subrayó el Dr. Karaye.
¿Los informes contradictorios pueden estar explicados por las diferencias entre sexos?
La evidencia sobre si el consumo de cannabis está asociado con la diabetes de tipo 2 es limitada y contradictoria, escribieron los investigadores. Ellos plantearon la hipótesis de que estos hallazgos contradictorios podrían explicarse por las diferencias de sexo.
Para "ayudar a informar los esfuerzos actuales de prevención y mitigación de la diabetes", investigaron las diferencias sexuales en el consumo de cannabis y la prevalencia de la diabetes de tipo 2 en 15.602 hombres y mujeres en las National Health and Nutrition Examination Survey de 2013 a 2014, 2015 a 2016 y 2017 a 2018.
Los participantes se clasificaron como diabéticos de tipo 2 si tenían un diagnóstico médico, glucosa en plasma de 2 horas = 200 mg/dl (en una prueba de tolerancia a la glucosa), glucemia en ayunas = 126 mg/dl o hemoglobina glucosilada = 6,5%.
Aproximadamente la mitad de los encuestados eran mujeres (52%) y cerca de la mitad (44%) tenían entre 18 y 39 años.
Más de un tercio (38%) tenía un índice de masa corporal (IMC) de al menos 30 kg/m2, lo que indica obesidad.
Aproximadamente 1 de cada 10 tenía un diagnóstico de diabetes de tipo 2 (13,5%) o hemoglobina glucosilada = 6,5 % (9,8%).
Cerca de una quinta parte fumaba tabaco (16%). Asimismo, 14,5% consumía cannabis al menos cuatro veces por semana, 3,3% lo consumía con menos frecuencia y el resto no lo consumía. La mitad de los participantes no eran físicamente activos (49%).
Los consumidores frecuentes de cannabis tenían más probabilidades de ser menores de 40 años (57% de los hombres, 57% de las mujeres), graduados universitarios (54% de los hombres, 63% de las mujeres), fumadores de tabaco (79% de los hombres, 83% de las mujeres) y físicamente inactivos (39% de hombres, 49% de mujeres).
Entre las mujeres, las usuarias con consumo frecuente de cannabis tenían 49% menos de probabilidades de tener diabetes de tipo 2 que las no usuarias, después de ajustar por edad, sexo, raza/etnicidad, nivel educativo, actividad física, consumo de tabaco, consumo de alcohol, estado civil, dificultad para caminar, situación laboral, ingresos e índice de masa corporal (odds ratio ajustado: 0,51; intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 0,31 a 0,84).
No hubo diferencias significativas en la prevalencia de diabetes entre las consumidoras ocasionales de cannabis frente a las no consumidoras, o entre los consumidores ocasionales o frecuentes de cannabis frente a los no consumidores en los hombres.
Los investigadores reconocieron varias limitaciones del estudio
No saben por cuánto tiempo habían consumido marihuana los participantes. Es posible que los hombres y las mujeres no informaran su consumo de cannabis, especialmente en los estados donde la marihuana medicinal no era legal, y los datos de la National Health and Nutrition Examination Survey no especificaron si el cannabis era recreativo o medicinal.
Es posible que el estudio no haya tenido el poder estadístico suficiente para detectar una diferencia más pequeña entre los hombres que usaban marihuana y los que no la usaban.
Y lo que es más importante, este fue un estudio observacional (una instantánea en un momento dado), por lo que no puede determinar si el consumo excesivo de cannabis en las mujeres provocó una disminución de la probabilidad de diabetes.
Sin embargo, la asociación inversa entre el consumo de cannabis y la presencia de diabetes de tipo 2 es biológicamente razonable, escribieron el Dr. Ogunsola y sus colaboradores.
Los dos principales compuestos del cannabis, el cannabidiol y el delta-9-tetrahidrocannabinol, estimulan los receptores de cannabinoides tipo 1 y 2 en los sistemas nerviosos central y periférico, respectivamente. Y "la activación del receptor de cannabinoides tipo 1 aumenta la secreción de insulina, glucagón y somatostatina, y activa los procesos metabólicos en la grasa y los músculos esqueléticos, mecanismos que mejoran la eliminación de la glucosa", explicaron.
Los investigadores especularon que las diferencias entre sexos que encontraron en esta asociación pueden deberse a diferencias en las hormonas sexuales, el sistema endocannabinoide o los depósitos de grasa.
Por lo tanto, "se necesitan estudios adicionales para investigar la heterogeneidad basada en el sexo que se informó en este estudio y dilucidar los mecanismos potenciales para la observación", concluyeron.
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