"Cerca del 85% de los niños con dermatitis atópica presentan síntomas antes de los cinco años"

Si bien esta condición suele aparecer en la infancia, puede evolucionar y seguir manifestándose hasta la edad adulta.

María Camila Sánchez

    Cerca del 85% de los niños con dermatitis atópica presentan síntomas antes de los cinco años

    La dermatitis atópica es una condición crónica inflamatoria que afecta la piel y se caracteriza principalmente por picor y resequedad. Según la Dra. Alma Cruz, especialista en dermatología, este ciclo de picor y rascado constante conduce a que la piel se vuelva gruesa, pigmentada y áspera. 

    "Ocurre como resultado de una interacción compleja entre factores genéticos y ambientales, lo que provoca una desregulación del sistema inmunológico", explica.

    Esta sobreactivación del sistema inmunitario genera sustancias inflamatorias que perpetúan el ciclo de picor y rascado, una lucha constante para quienes la padecen. Aunque no existe cura definitiva para esta condición, sí se han desarrollado nuevas alternativas de tratamiento que alivian los síntomas y permiten que el paciente desarrolle una vida normal.

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    Diagnóstico clínico y prevalencia

    El diagnóstico de la dermatitis atópica es clínico, lo que significa que se basa en un historial médico y un examen físico exhaustivo. 

    "No existe una prueba de laboratorio para confirmar el diagnóstico. Es necesario un buen historial del paciente, incluyendo antecedentes familiares de alergias, asma o rinitis alérgica, y la evaluación de las lesiones características", señala.

    Esta enfermedad afecta mayormente a la población pediátrica. "Cerca del 85% de los niños con dermatitis atópica presentan síntomas antes de los cinco años", añade. En cuanto a los adultos, la prevalencia es menor, con aproximadamente un 7% de la población afectada.

    Tratamientos personalizados

    El manejo de la dermatitis atópica depende de muchos factores, como la edad del paciente, la localización y severidad de las lesiones, y la respuesta a tratamientos previos. "El tratamiento debe ser individualizado", afirma. 

    Para los casos leves, los esteroides tópicos pueden ser efectivos, pero en casos moderados o severos, los avances recientes en terapias biológicas y los inhibidores de JAK han sido cruciales para mejorar el control de la enfermedad.

    "Por mucho tiempo, la dermatitis atópica fue una condición olvidada. Los pacientes con formas moderadas a severas no respondían bien a los tratamientos tradicionales, como los esteroides, que además provocan efectos secundarios indeseables como resequedad y estrías", comenta. 

    Afortunadamente, el desarrollo de nuevas terapias ha permitido un mejor pronóstico y calidad de vida para estos pacientes.

    Un tratamiento multidisciplinario

    Si bien es cierto que la dermatitis atópica tiene un efecto directo en la piel, las afectaciones de esta condición van más allá de la piel, por tanto el manejo debe ser integral y abarcar las áreas afectadas.

    "No es solo un problema de la piel. El impacto de la dermatitis atópica afecta la salud emocional, laboral y económica de los pacientes. Es fundamental que el paciente se eduque sobre su condición, ya que un paciente informado puede participar activamente en la toma de decisiones junto con su médico".

    Hacia una mejor comprensión y manejo

    A pesar de los avances, la dermatitis atópica aún enfrenta desafíos en términos de prevalencia y manejo en Puerto Rico. La Dra. Cruz señala la falta de datos locales sobre la incidencia de la enfermedad. 

    "En la actualidad, estamos trabajando para obtener una mejor comprensión de cuántos pacientes padecen esta enfermedad en la isla, pero nos falta colaboración y acceso a la información", concluye.


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