Una de las principales preocupaciones que existen actualmente por la pandemia es saber cuán complicado es manufacturar o manipular los reactivos
César Fuquen Leal
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Una de las principales preocupaciones que existen actualmente por la pandemia es saber cuán complicado es manufacturar o manipular los reactivos que se usan en una reacción química para detectar, medir, o elaborar otras sustancias como el virus que ocasiona el COVID-19.
Para ahondar más en la capacidad de análisis que tiene la isla en materia de pruebas diagnósticas, la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) entrevistó al Dr. Humberto Lugo Vicente, cirujano pediátrico y miembro del Task Force Ciudadano COVID-19 de Puerto Rico.
“Hay dos pruebas para el COVID. Una es la prueba molecular que lo único que te indica es que tienes en ese momento el virus activo en el cuerpo, no te indica más nada y es la que te hace el diagnóstico. Tú no puedes ser diagnosticado si no haces esa prueba y sale positivo. Esa es la prueba que se usa un hisopo nasofaringe y que usa unos métodos y reactivos bastante caros. La otra prueba es la prueba serológica, prueba donde tú tienes dos tipos de moléculas que se elevan inmunoglobulinas. Una es IGM, que se eleva inicialmente y otra la IGG, que se eleva dos a tres semanas después de la enfermedad. Esa es la que persiste y te da por cierto tiempo en tu vida anticuerpos humorales y cierta inmunidad que ahora mismo está cuestionando el problema de la inmunidad en esta enfermedad”, explicó el galeno.
Según el Dr. Lugo, los reactivos han disminuido significativamente debido a que en Estados Unidos -país que los produce- han aumentado drásticamente los casos de COVID-19, por lo que han requerido implementar mayor capacidad de diagnóstico del virus.
“Los reactivos han ido en descenso porque en la nación americana que los produce ha ido en aumento la cantidad de casos que los necesitan. Así que cuando nos llegaban 10 cajitas, ahora nos van a llegar 4 cajitas de reactivos”, ahondó el cirujano.
Además, el especialista expresa con algo de preocupación que la población boricua está omitiendo la prueba serológica para determinar si se está contagiado del virus. Según el galeno, esto permitiría que no haya escasez en los reactivos.
“El pueblo de Puerto Rico en cierta manera utilizó el PCR o la prueba molecular para todo el mundo. Yo creo que eso es fantástico porque todo el mundo sabe que si van a estar en familia, todo el mundo tiene una prueba de PCR negativa, pero no es necesario. Tenemos la serológica en la cara que cayó en desuso cuando se empezó a diagnosticar y tratar de diagnosticar con los anticuerpos la enfermedad y no se podía porque si la prueba serológica sale positivo, no quiere decir que tienes la enfermedad, solamente una quinta parte de las personas que se hicieron la prueba lo tienen”, afirmó el especialista.
El Dr. Lugo explicó los posibles panoramas a los que se pueden enfrentar los pacientes que se someten a la prueba serológica y qué se puede inferir de sus resultados.
“Si tú te haces una prueba serológica y te sale negativa, el valor predictivo negativo es bien alto. Quiere decir que si tú estás negativa en la prueba, tú estás negativo. El problema es cuando tú sales positivo en esa prueba. Por ejemplo, en el caso de pacientes que van a las agencias, podemos hacer una serológica bien hecha. No estoy hablando de una gotita de sangre, estoy hablando de una prueba de ELISA, que es una prueba de anticuerpos de antígeno bien clásica que hay que tomarle una muestra del paciente o de un par de cc de sangre. Si tú utilizas eso como cernimiento y aquel paciente sale positivo pues sigue ahora la PCR porque sí se necesita saber si tiene la enfermedad o no, así que vale la pena hacerlo”, concluyó este tema el galeno Lugo en diálogo con MSP.