Paciente con cáncer de mama presenta psoriasis pustulosa generalizada tras suspender glucocorticoides

Este fenómeno se debe a una "tormenta inflamatoria" provocada por la supresión brusca del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, y puede convertirse en una emergencia dermatológica si no se reconoce e interviene a tiempo.

Katherine Ardila

    Paciente con cáncer de mama presenta psoriasis pustulosa generalizada tras suspender glucocorticoides

    Una mujer de 54 años con antecedentes de carcinoma ductal infiltrante de mama en tratamiento y psoriasis en placas crónica bien controlada acudió al servicio de urgencias por un cuadro agudo de dos días de evolución. 

    La paciente presentaba fiebre de 38.2°C y una frecuencia cardíaca elevada de 137 latidos por minuto, acompañadas de una erupción cutánea generalizada y dolorosa. Cinco días antes del inicio de estos síntomas, había finalizado un tratamiento con glucocorticoides sistémicos prescritos durante dos semanas para manejar los efectos adversos de la quimioterapia.  

    Hallazgos clínicos y diagnóstico  

    Durante la exploración física, se observaron pústulas coalescentes sobre placas eritematosas distribuidas en el tronco, brazos, piernas, cara y cuero cabelludo, con una característica preservación de las superficies mucosas. 

    Los análisis de laboratorio revelaron leucocitosis con predominio neutrofílico y niveles elevados de proteína C reactiva, indicativos de un proceso inflamatorio sistémico. La biopsia de una lesión periumbilical mostró pústulas intraepidérmicas estériles con infiltrado neutrofílico, confirmando el diagnóstico de psoriasis pustulosa generalizada (PPG).  

    Contexto clínico y fisiopatología  

    La PPG es una variante rara y potencialmente grave de psoriasis, clasificada como una enfermedad autoinflamatoria. En este caso, se atribuyó su aparición al retiro abrupto de los glucocorticoides, un fenómeno bien documentado que puede desencadenar brotes severos en pacientes con psoriasis preexistente. 

    Este efecto paradójico ocurre debido a la supresión del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal y la posterior tormenta inflamatoria tras la discontinuación del fármaco.  

    Abordaje terapéutico y evolución  

    El manejo se orientó hacia la terapia biológica dirigida, administrándose dos dosis de guselkumab, un anticuerpo monoclonal que inhibe la interleucina-23. Esta elección se basó en el perfil de eficacia demostrado en enfermedades mediadas por la vía Th17. 

    La respuesta fue notable, con resolución completa de las pústulas en siete días y solo mínimas lesiones descamativas residuales en el control a los tres meses.  

    Implicaciones clínicas y conclusiones  

    Este caso ( Dr. Su- Chi Ku, et al), deja en evidencia que es importante considerar la PPG en diagnósticos diferenciales de erupciones pustulosas febriles, especialmente en pacientes con psoriasis conocida y exposición reciente a glucocorticoides. Además, resalta la necesidad de estrategias de desescalada gradual de corticoides en poblaciones de riesgo. 

    El uso de guselkumab demostró ser una alternativa eficaz, reforzando el papel de las terapias biológicas en enfermedades cutáneas autoinflamatorias. Finalmente, se enfatiza el abordaje multidisciplinario en estos pacientes, integrando oncología y dermatología para optimizar resultados.  

    La psoriasis pustulosa generalizada constituye una emergencia dermatológica que requiere intervención temprana. Profesionales de salud deben estar entrenados para reconocer sus desencadenantes, como la suspensión de glucocorticoides, e iniciar terapias específicas de manera oportuna.



    Más noticias de Casos-Clinicos