Se confirmó un embarazo intrahepático de 23 semanas, una condición extremadamente rara en la que el feto se desarrolló dentro del lóbulo hepático derecho, con irrigación directa de la arteria hepática y una placenta firmemente adherida al tejido del hígado.

Una paciente de 27 años, con antecedente de un parto anterior sin complicaciones, presentaba niveles elevados de beta HCG, marcador característico del embarazo, pero el diagnóstico preciso escapaba a los métodos convencionales.
La ecografía transvaginal, herramienta fundamental en el seguimiento gestacional, no logró identificar la ubicación del embarazo.
Dos meses antes del diagnóstico definitivo, específicamente el 13 de junio de 2007, la paciente había sido intervenida quirúrgicamente bajo la sospecha fundada de un embarazo ectópico.
Durante esta intervención, los médicos procedieron a la extirpación de la trompa ovárica derecha. Sin embargo, el procedimiento no logró encontrar el saco gestacional en la trompa extirpada, lo que sugería que el embarazo ectópico podía estar localizado en otra ubicación atípica.
La persistencia de síntomas llevó a la paciente, dos meses después de la cirugía inicial, a presentar dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen a partir del 20 de agosto de 2007.
Este síntoma motivó la realización de estudios de imagen más exhaustivos en el Centro Médico MEDIC y el Hospital T? Du de Ciudad Ho Chi Minh. La ecografía abdominal reveló un feto de 23 semanas de gestación, con latidos cardíacos positivos, desarrollándose dentro del hígado de la paciente.
La confirmación definitiva llegó el 28 de agosto de 2007 mediante tomografía computarizada, que estableció sin lugar a dudas la presencia de un embarazo hepático de 23 semanas, localizado completamente dentro del parénquima del lóbulo hepático derecho.
Los estudios de angiotomografía computarizada multifocal con contraste revelaron detalles vasculares críticos: los vasos de la bolsa fetal se originaban directamente de la arteria hepática, y la placenta mostraba una adherencia significativa al tejido hepático, características que explicaban la viabilidad del embarazo pero que simultáneamente representaban un riesgo vital inminente.
Las imágenes diagnósticas permitieron caracterizar este raro embarazo abdominal. La masa fetal medía 12 x 15 x 17 centímetros, ubicándose en el abdomen, por debajo del diafragma derecho y dentro del lóbulo hepático derecho.
La placenta, con un grosor considerable de 47 milímetros, mostraba una invasión directa del hígado derecho y recibía su irrigación vascular principalmente de la arteria hepática derecha, configuración anatómica que convertía cualquier intervención en un procedimiento de altísimo riesgo por la vascularización extremadamente abundante.
El diagnóstico final se estableció como un embarazo subhepático de gran tamaño, con indicación absoluta de intervención quirúrgica y pronóstico reservado dada la criticidad del caso.
La localización intrahepática, la vascularización proveniente directamente de la arteria hepática y el avanzado estado gestacional de 23 semanas configuraban un escenario clínico de máxima complejidad que requería un abordaje multidisciplinario especializado.
Ante la complejidad técnica del caso, el Hospital tomó la decisión de convocar a un cirujano especializado para realizar conjuntamente la intervención quirúrgica. Esta colaboración interhospitalaria reflejaba la gravedad del caso y la necesidad de expertise combinado en cirugía hepática y manejo obstétrico complejo.
Durante la intervención quirúrgica, el equipo logró extirpar el embarazo hepático, pero se presentó una complicación catastrófica e inmediata: la placenta se desprendió abruptamente del tejido hepático, desencadenando un sangrado profuso y masivo que no pudo ser controlado por los medios hemostáticos disponibles.
Esta hemorragia incontrolable es el desenlace más temido en este tipo de embarazos ectópicos abdominales con placenta altamente vascularizada e invasiva.
Este caso (Dr. Phan Thanh H?i, Dr. Ph?m Vi?t Thanh) representa uno de los ejemplos más extraordinarios de embarazo ectópico abdominal, específicamente intrahepático, que haya alcanzado una gestación tan avanzada.
La localización hepática del embarazo, con placenta recibiendo irrigación directa de la arteria hepática, constituye una entidad de extrema rareza en la literatura médica mundial.
El desenlace fatal subraya los desafíos terapéuticos que presentan los embarazos abdominales avanzados, particularmente aquellos con implantación en órganos altamente vascularizados como el hígado, donde el control de la hemorragia durante la separación placentaria se convierte en el factor crítico que determina el desenlace final.