La medición de la presión arterial debe realizarse en un ambiente tranquilo, con el paciente sentado al menos cinco minutos antes de la prueba, para evitar diagnósticos erróneos de hipertensión.
Cada año, la hipertensión afecta a aproximadamente mil millones de adultos en el mundo, siendo el principal factor de riesgo de enfermedades graves en personas mayores de 49 años. Esta condición es responsable de cerca de once millones de muertes anuales a nivel global.
Las sociedades científicas y guías de práctica clínica recomiendan que, a partir de los 40-45 años, o incluso antes si hay historial familiar de hipertensión o enfermedad cardiovascular, se tome la presión arterial al menos una vez al año. Además, se sugiere aprovechar cada visita médica para realizar esta medición.
Esto es crucial, ya que la hipertensión es conocida como el "asesino silencioso", al no presentar síntomas evidentes, pero con efectos dañinos en el corazón, cerebro, riñones y el sistema arterial en general si no es controlada.
"La hipertensión es la causa más frecuente de insuficiencia renal crónica, insuficiencia cardíaca, ictus y un factor de riesgo muy importante para el infarto de miocardio", advirtió el Dr. Manuel Anguita, cardiólogo del Hospital Reina Sofía de Córdoba y miembro de la Sociedad Española de Cardiología.
Sin embargo, tan relevante como realizar la medición es hacerlo correctamente, algo que no siempre ocurre. "Hoy en día estamos midiendo la tensión mal por encima del 60% de las ocasiones, tanto en consulta médica como en casa. Medimos más veces mal la tensión que bien", afirma José Antonio García Donaire, presidente de la Sociedad Española de Hipertensión (SEHLELHA).
De acuerdo con la Guía de la Sociedad Europea de Hipertensión, la medición de la tensión arterial debe realizarse en un ambiente tranquilo, sin interrupciones y con el paciente sentado y relajado durante tres a cinco minutos antes de la medición.
Además, el paciente no debe haber fumado, consumido cafeína, ingerido alimentos o realizado ejercicio físico en los 30 minutos previos. La postura también es crucial: el paciente debe estar sentado, con la espalda apoyada, pies en el suelo, piernas sin cruzar y el brazo a la altura del corazón, apoyado sobre una superficie estable.
"Si tú te haces una analítica, los resultados son objetivos. Sin embargo, la presión arterial es constantemente variable, así que cualquier modificación en estas recomendaciones puede provocar que la medida de la presión arterial sea incorrecta", explica García Donaire.
Un estudio reciente publicado en JAMA Internal Medicine muestra que la posición del brazo puede alterar significativamente los resultados de la medición. Según este estudio, las posiciones de apoyo en el regazo o el brazo colgando sin soporte pueden sobrestimar los valores de presión y llevar a diagnósticos erróneos de hipertensión.
El estudio revela que el apoyo en el regazo sobrestimaba la presión sistólica y diastólica en aproximadamente 4 milímetros de mercurio, mientras que el brazo sin apoyo aumentaba la presión sistólica en casi 7 y la diastólica en 4 milímetros.
"Lo que demuestra este estudio es que si mides la presión arterial de manera constante de forma errónea, con un brazo sin apoyo, y eso te da una medida sobrestimada por casi 7 milímetros de mercurio, esa es una diferencia potencial entre una presión arterial sistólica de 142 y otra de 135; es decir, la diferencia entre que a un paciente se le diagnostique de hipertensión o no", explica Anguita.
Según los autores del estudio, una posición incorrecta del brazo podría resultar en que hasta el 16% de los adultos estadounidenses, aproximadamente 40 millones de personas, sean diagnosticados erróneamente como hipertensos. Este mal diagnóstico puede llevar a la administración innecesaria de medicamentos y un seguimiento médico no requerido.
"Imagínate a una mujer de 80 años que le diagnosticamos erróneamente de hipertensión. Quizás prescribirle el tratamiento -unido a los fármacos que ya toma- hace que se caiga al suelo y se rompa la cadera", ejemplifica García Donaire.
Para evitar errores, las guías de práctica clínica también recomiendan no diagnosticar hipertensión en una única consulta, excepto en casos de presión superior a 180/110 mmHg o cuando haya evidencia de daño en órganos clave.
"Tenemos poco tiempo por paciente y estamos muy saturados, pero tenemos que saber parar 5 minutos. Merece la pena tomarse el tiempo necesario y hacerlo bien que con las prisas tomar una cifra aleatoria que solo puede confundir y provocar un mal control del paciente, poniéndole fármacos que no necesita o que se quedan cortos", sostiene García Donaire.
Muchos especialistas recomiendan la medición de la presión en casa, ya que ofrece una evaluación más representativa. "Nosotros apenas vemos al paciente unos minutos en la consulta. Sin embargo, si el paciente se ha tomado la tensión durante tres o cuatro meses de una forma correcta, nos va a dar una valoración de presión arterial mucho más fiable a la hora de tratarlo y de controlarle la presión de la que yo pueda obtener en consulta, por muy bien que lo haga", añadió García Donaire.
La Monitorización Ambulatoria de Presión Arterial (MAPA) también se considera una herramienta útil. Según Anguita, "es más fiable y representativa de la presión real del paciente que la tomada en consulta. Si tienes dudas y estás al límite, lo recomendable es que el paciente se tome la tensión en casa, con un aparato bien calibrado y explicándole bien cómo hacerlo, o poniéndole un holter".
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