Desde que inició la pandemia por coronavirus, cada día es una lucha contrarreloj para profesionales de la salud, gobiernos y entidades que buscan reducir cualquier probabilidad de contagio.
Para la población, los esfuerzos se consideran escasos o drásticos -no hay un punto medio válido-, pues las medidas no logran abarcar todas las necesidades que restan por cumplir.
En Puerto Rico más del 40% de la población sufre de presión alta (una presión arterial mayor/igual a 130/80 según las guías de manejo ACC/AHA-2017) y el 17 % tiene diabetes.
Además se estima que en la isla las personas mayores de 60 años sobrepasan los 900,000 habitantes. De ese total, son más de 600,000 que padecen hipertensión y problemas cardiovasculares y 350,000 padecen diabetes.
“Todos en la población tenemos un gran riesgo de contagio, pero en vista de que en Puerto Rico tenemos una alta prevalencia de cormobilidades médicas nuestro pueblo está muy vulnerable a incrementar la tasa de contagio y mortalidad asociados al Coronavirus COVID—19”, explica el Dr. Edmundo Jordán, Presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología en entrevista a la revista MSP.
Con el aumento de casos a nivel global, los médicos en general y los especialistas han descubierto paulatinamente nueva sintomatología asociada a la enfermedad; destacándose la aparición o empeoramiento de síntomas más allá de la tos , fiebre y dificultad respiratoria.
En condiciones cardiovasculares, los síntomas asociados son la descompensación aguda de la insuficiencia cardíaca, presentando así edema generalizado (acumulo de líquidos), dolor de pecho , fallo respiratorio por edema pulmonar y déficit neurológico en general.
Los pacientes no deben descuidar el tratamiento
Las personas con enfermedades cardiovasculares , con el fin de reducir su riesgo, no deben dejar su medicación según indicado por su médico. Al contrario, continuar su régimen evitará complicaciones en caso de que se contagie. Sin embargo, si se habla de contagio con Covid-19, el tratamiento farmacológico solo debe variar con las indicaciones del cardiólogo y demás médicos tratantes, como los internistas , neumólogos e infectólogos.
“Hasta el momento la American College of Cardiology (ACC) y la Asociacion Americana del Corazón (AHA) no recomienda el abandono de medicamentos para la hipertension e insuficiencia cardíaca durante esta pandemia. Sin embargo, existe una controversia sobre el uso de ciertos medicamentos para controlar la presión arterial, como lo son los ihnibidores de la enzima convertidora de angiotensina-2 (ECA-2) (ACE-I según sus siglas en inglés) y los antagonistas del receptor de Angiotensina (ARBs según sus siglas en inglés) ya que el coronavirus podría beneficiarse del el aumento de la ECA-2 en los pulmones y hipotéticamente ser más virulentos”, advierte el Dr. Jordán.
“Esto científicamente no se ha demostrado y las diferentes sociedades médicas cardiovasculares a nivel internacional más la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología están orientando a sus pacientes y a la comunidad médica de continuar con el uso de dichos medicamentos, para así evitar descompensación de las condiciones cardíacas y a su vez disminuir incremento en la tasa de contagio y mortalidad asociada. Dia a dia se estará revisando esta recomendación, indica el Dr Jordán.”
Por otro lado especialistas en cardiología han descubierto que en algunos casos de coronavirus COVID-19 , la enfermedad no debuta con los síntomas típicos (fiebre o tos) sino con dolor de pecho debido a inflamación directa al músculo cardíaco, causando una miocarditis en el afectado.