Cardiomiopatía hipertrófica: “La prevalencia de esta condición es alrededor de 1 en 500 personas”

La retención de líquidos (edema) en abdomen, tobillos o pies puede ser una alerta para la detección de la cardiomiopatía hipertrófica.

María Camila Sánchez

    Cardiomiopatía hipertrófica: “La prevalencia de esta condición es alrededor de 1 en 500 personas”

    La población puertorriqueña cuenta con un alto porcentaje de prevalencia de enfermedades cardiovasculares, de hecho, se considera la segunda causa de muerte en la isla, superado únicamente por el cáncer.

    Una de las condiciones cardíacas que se ve con mayor frecuencia, no solo en Puerto Rico, sino en el mundo, es la cardiomiopatía hipertrófica, una enfermedad que se caracteriza por el engrosamiento y endurecimiento de las paredes del corazón, específicamente del ventrículo izquierdo.

    La Dra. Ana Ibañez, Directora Médica en Caribbean Bristol Myers Squibb Puerto Rico sostuvo una conversación con la Revista Medicina y Salud Pública, en la que explicó que esta condición se presenta en 1 de cada 500 personas.

    “Es una enfermedad que tiene un componente genético, y es importante saber que si hay alguien en la familia que ha sido identificado con esta patología, es importante acudir a su médico”.

    Signos claves para su reconocimiento

    Los pacientes con esta condición pueden presentar desmayos, mareos, fatiga constante, palpitaciones, dificultad respiratoria, dolor de pecho, sin embargo, pueden presentar algunos síntomas atípicos como retención de líquidos.

    “Pueden presentar edemas en miembros inferiores como el tobillo, abdomen y piernas”, señaló. “Es importante tener en cuenta que, si presentan alguno de estos síntomas, deben acudir a su médico”.

    Una vez el paciente señala la presencia de alguno o varios de estos síntomas, el personal médico procede a evaluar diferentes factores como la historia clínica, para identificar si hay familiares diagnosticados anteriormente con la condición; examen físico, en el cual se van a buscar señales de edemas, palpitaciones, soplos, entre otros; y exámenes, como los electrocardiogramas, resonancias magnéticas o ecocardiogramas para confirmar el diagnóstico.

    “Sin duda se puede recurrir al electrocardiograma, a la resonancia magnética cardiaca, la electrofisiología. También se puede utilizar el holter cardíaco para hacer el monitoreo, o un ‘stress test’. Sin embargo, lo que quiero resaltar aquí, es el uso del ecocardiograma, por la facilidad y el acceso que tienen esta clase de estudios; es confiable, nos ayuda a detectar esta patología y es ampliamente utilizada por los médicos cardiacos”.

    Alternativas terapéuticas disponibles

    Hasta el momento, no se ha desarrollado una cura definitiva para la cardiomiopatía hipertrófica por lo que el objetivo del tratamiento se enfoca en la mejoría de los síntomas de estos pacientes.

    “Podemos ayudar con terapias como betabloqueadores, calcioantagonistas, diuréticos y los inhibidores de la miosina cardíaca”, señaló. “Dentro de la mejoría de los síntomas en pacientes, se ha encontrado que con los inhibidores de la miosina cardiaca no solo se mejora la sintomatología, sino también los datos de obstrucción”.

    Ahora bien, en algunos casos es necesario realizar procedimientos quirúrgicos como la miomectomía o la ablación septal con alcohol.

    ¿Puede prevenir la Cardiomiopatía Hipertrófica?

    Según menciona la especialista, además de seguir un estilo de vida saludable es importante prestar atención al historial médico, pues el desarrollo de la condición se debe en gran parte al componente genético.

    “Si ustedes identifican a alguien con la condición en su familia, es importante acudir a su médico y hacer mención de ‘tengo un familiar con este tipo de relacionamiento, que tiene esta condición’ para que, si es que fuera el caso y se relacione con la sintomatología, se pueda hacer un diagnóstico temprano”, concluyó.

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