La fibrilación atrial o auricular es un ritmo caótico generado en las aurículas del corazón, que son las cavidades más pequeñas o cavidades superiores.
Estas son las que reciben la sangre por el lado derecho del sistema venoso y, por el lado izquierdo reciben sangre que ya ha intercambiado gases de las venas pulmonares.
Esta frecuencia cardíaca acelerada e irregular que puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones relacionadas con el corazón, puede provocar síntomas como palpitaciones aceleradas, dificultad para respirar y debilidad.
Actualmente, la fibrilación auricular afecta a más de 30 millones de personas en todo el mundo y, en Estados Unidos, se estima que hay aproximadamente 2.7 millones de personas que padecen de FA. Además, se calcula que alrededor del 37% de la población mundial mayor de 40 años la padecerá en el transcurso de su vida.
Diagnóstico
En cuanto a la detección de esta enfermedad cardiovascular, el especialista realiza pruebas como:
Sin embargo, a pesar de más de 100 años de investigación, los mecanismos que inician, mantienen y perpetúan esta condición no se comprenden por completo, lo que probablemente explica por qué la terapia ha sido decepcionante hasta la fecha.
Tipos de fibrilación atrial o auricular
Según publicación de Mayo Clinic este padecimiento puede ser:
– Ocasional: en este caso se conoce como “fibrilación auricular paroxismal”. Puedes tener síntomas que aparecen y desaparecen, que generalmente duran de unos pocos minutos a horas. A veces, los síntomas duran hasta una semana y los episodios pueden ocurrir repetidamente. Tus síntomas pueden desaparecer por sí solos o podrías necesitar tratamiento.
– Persistente: con este tipo de fibrilación auricular, el ritmo cardíaco no vuelve a la normalidad por sí solo. Si tienes fibrilación auricular persistente, necesitarás tratamiento como un choque eléctrico o medicamentos a fin de restaurar el ritmo cardíaco.
– Persistente y a largo plazo: este tipo de fibrilación auricular es continua y dura más de 12 meses.
– Permanente: en este tipo de fibrilación auricular, el ritmo anormal del corazón no puede restaurarse. Tendrás fibrilación atrial de forma permanente y, a menudo, necesitarás medicamentos para controlar la frecuencia cardíaca y prevenir coágulos sanguíneos.