Un anestesiólogo y un tatuador con 25 años de experiencia se unen para ofrecer sesiones de tatuaje con sedación intravenosa en ambiente hospitalario, reduciendo el dolor y el tiempo de trabajo de 20 sesiones a solo dos.

La industria del tatuaje en Puerto Rico da un salto hacia la profesionalización con una propuesta innovadora que combina arte corporal y medicina: sesiones de tatuaje realizadas bajo sedación intravenosa administrada por anestesiólogos certificados en instalaciones hospitalarias.
El doctor Emmanuel López Nogueras, anestesiólogo con subespecialidad en medicina del dolor, y Juan Salgado, tatuador con un cuarto de siglo de trayectoria y dueño de Salgado Art Company e Ink Dreams, son los pioneros de este servicio en la isla y conversaron en exclusiva con la revista Medicina y Salud Pública sobre este proyecto inspirado en prácticas ya establecidas en ciudades como Los Ángeles y Nueva York.
"El dolor siempre ha sido el obstáculo más grande tanto como para los tatuadores como para el cliente", explica Salgado, quien vio en la anestesiología la solución perfecta para este desafío histórico de su profesión.
La propuesta no utiliza anestesia tópica ni local, sino sedación intravenosa moderada. "Lo que hacemos es proveer varios medicamentos al paciente para que esa experiencia del tatuaje sea una experiencia mucho más gratificante y no tan dolorosa", detalla el doctor López Nogueras.
El protocolo incluye benzodiazepinas para reducir la ansiedad, opioides para controlar el dolor e hipnóticos para mantener al paciente dormido durante el procedimiento.
Un aspecto crucial del servicio es que no se realiza en estudios de tatuaje convencionales. "Esta anestesia nosotros no la estamos utilizando en un estudio de tatuajes, se está haciendo en un hospital", aclara el anestesiólogo, destacando que el centro cumple con los requerimientos de la Joint Commission y otros estándares de calidad.
El protocolo médico es equivalente al de una cirugía cosmética. Los pacientes deben pasar por una entrevista previa con el anestesiólogo, donde se evalúan condiciones médicas, alergias, historial quirúrgico y respuestas previas a la anestesia.
Durante la sesión, se monitorea la presión arterial cada cinco minutos, se realiza electrocardiograma continuo, se mide la saturación de oxígeno y la ventilación, siguiendo los estándares de la American Society of Anesthesiologists.
La sedación permite sesiones extraordinariamente largas. "Estamos dando una sedación moderada para un largo de duración extenso", señala el doctor López Nogueras, refiriéndose a procedimientos que pueden extenderse entre siete y diez horas.
Salgado destaca que esta duración extendida "nos permite sesiones más largas con más artistas". En la práctica, esto significa que pueden trabajar simultáneamente cuatro o cinco tatuadores sobre el mismo cliente, reduciendo drásticamente el tiempo total del proyecto.
"Si te vas a hacer una espalda completa, eso puede tomar aproximadamente unas 12 hasta 20 sesiones y con la sedación lo podemos resumir en dos sesiones", ejemplifica el tatuador.
"Esto te va a ahorrar cinco veces la cantidad de tiempo y pues incluyendo también te va a ahorrar el bolsillo porque tienes que hacer menos visitas".
Más allá del ahorro económico y temporal, los tatuadores observan beneficios técnicos significativos.
"Visualmente, cuando el cliente está bajo sedación, nosotros los tatuadores sentimos que la piel acepta el tatuaje por un poco de menos trauma", explica Salgado.
La ausencia de dolor elimina la resistencia del cliente y el estrés físico. "No está entrando en estrés, no le está subiendo el pulso, no se está poniendo hipertenso, esto hace que la piel sea un poquito más fácil de trabajar", añade.
Como toda innovación, el servicio ha generado controversia dentro de la comunidad del tatuaje. "He recibido críticas dentro de la industria porque la gente tiende a romantizar un poco el dolor", reconoce Salgado. "Muchas personas creen que es algo necesario y la realidad es que no lo tiene que ser".
El tatuador también identifica confusión sobre el procedimiento: "Otra cosa es que la gente confunde lo que es sedación consciente con anestesia general. La anestesia general es un procedimiento donde estás inconsciente y una máquina respira por ti, ya la sedación es un poco más seguro a nuestro entender, porque tú respiras por tu cuenta".
Ambos profesionales coinciden en que esta tendencia eleva los estándares de seguridad en la industria. Durante las sesiones con sedación, el paciente está constantemente monitoreado por personal médico, recibe hidratación intravenosa y tiene acceso inmediato a una sala de emergencias.
"Definitivamente sí sería algo mucho más profesional", afirma Salgado, contrastando con las sesiones convencionales donde "no estás monitoreado en ningún momento ni tampoco tienes un suero hidratando".
El doctor López Nogueras, quien pertenece al grupo de Anestesia 2000 desde 2022, celebra la oportunidad de traer este servicio a Puerto Rico: "Definitivamente el poder traer esto a lo que sería Puerto Rico y comenzar a proveer este servicio es algo que nos llamó la atención".
Con este desarrollo, Puerto Rico se suma a la lista de lugares que adoptan esta práctica, siguiendo los pasos de Los Ángeles y Nueva York, y posicionándose como pionero de esta tendencia en la isla.