Además de estos signos cutáneos, los pacientes pueden experimentar otros síntomas como cólicos abdominales, diarrea, náuseas o vómitos.
Los angioedemas son un tipo de hinchazón, muy similar a la urticaria, pero que se presenta bajo la piel en lugar de darse en la superficie. Generalmente, estas dos condiciones se presentan juntas, aunque el angioedema puede aparecer solo.
Suele presentarse como reacción alérgica a la exposición ante un fármaco o sustancia desencadenante, una complicación poco frecuente del cáncer, un trastorno inmunitario o hereditario.
Durante las reacciones alérgicas, el organismo libera histamina y otros químicos al torrente sanguíneo, y si bien no se conoce como tal una causa específica del angioedema, su aparición se ha asociado con la exposición a:
La caspa animal (escamas de piel mudada).
Exposición al agua, luz solar, calor o frío.
Algunos alimentos, como las bayas, mariscos, pescado, nueces, huevos, leche, entre otros).
Picaduras de insectos.
Medicamentos, como antibióticos, antiinflamatorios no esteroides y medicamentos para la presión arterial (inhibidores ECA).
Polen.
Enfermedades autoinmunes, como el Lupus.
En los casos hereditarios, su origen se debe a una carencia o disfunción del inhibidor de C1, que forma parte del sistema inmunológico.
El síntoma más frecuente del angioedema es la aparición repentina de hinchazón debajo de la superficie de la piel, especialmente alrededor de los ojos, los labios, las manos, los pies y la garganta.
En ciertas ocasiones, las ronchas pueden volverse dolorosas y provocar picazón (urticaria). Estas lesiones cutáneas pueden palidecer y, al irritarse, experimentar un aumento significativo en su tamaño.
Además de estos signos cutáneos, los pacientes pueden experimentar otros síntomas como cólicos abdominales, diarrea, náuseas o vómitos cuando el tubo digestivo se ve afectado, así como dificultad para respirar e inflamación del revestimiento de los ojos (quemosis).
Ante la sospecha de angioedema, se recomienda acudir al médico de inmediato. Ahora bien, si el angioedema recidiva y su causa no es del todo clara, se indagará sobre los fármacos y el plan de alimentación que sigue el paciente.
Si la causa sigue sin ser obvia, si no hay presencia de urticaria o si hay familiares con angioedema, se pueden realizar pruebas para detectar posibles tipos hereditarios o adquiridos de la afección.
Las primeras opciones para tratar el angioedema son los antihistamínicos y corticosteroides. En algunas ocasiones se utiliza el plasma fresco congelado o epinefrina.
Adicionalmente, se debe cortar la exposición al factor desencadenante cuando la causa es evidente, sin embargo, cuando esta no está clara, se deben suspender todos los fármacos no esenciales hasta que los síntomas desaparezcan.
La presentación grave de esta afección produce dificultades para deglutir o para respirar. Cuando esto sucede, es necesario administrar un tratamiento de urgencia para abrir las vías respiratorias que puede requerir una inyección de epinefrina bajo la piel para reducir la inflamación, o la inserción de un tubo de respiración (intubación).
