Las luxaciones o dislocaciones de la rótula pueden ser consecuencia de golpes o torceduras de las piernas, durante la práctica de un deporte, corriendo o por accidente.
Las luxaciones o dislocaciones de la rótula pueden ser consecuencia de golpes o torceduras de las piernas, durante la práctica de un deporte, corriendo o por accidente. El manejo de esta patología requiere de exámenes físicos y radiológicos que permitan identificar los factores que predisponen la lesión.
La atención médica, generalmente tiene como recomendación base el descanso y reposo de la pierna afectada por al menos un par de semanas, superado este periodo, el niño está en la capacidad de retomar sus actividades normales, pero extremando los cuidados para evitar una lesión similar.
No está demás recordar que, a pesar de que la rótula se acomode por sí misma, es importante recurrir con el especialista para descartar afectaciones en más partes de la rodilla, así mismo, cuando se trata de una patología recurrente.