"No hacemos todo lo que deberíamos, y la Constitución quiere que mantengamos a la gente saludable"

La salud pública en Puerto Rico enfrenta desafíos financieros y dependencia de fondos federales, complicando las reformas necesarias para garantizar un acceso adecuado.

Stephania Cortés

    "No hacemos todo lo que deberíamos, y la Constitución quiere que mantengamos a la gente saludable"

    La salud pública en Puerto Rico siempre ha sido un tema central en la agenda política, pero los esfuerzos del gobierno a menudo parecen no alcanzar su máximo potencial. El ex presidente del Senado y ex secretario de Estado Kenneth McClintock lo expresó de manera concisa: "En la salud no hacemos nunca todo lo que deberíamos hacer, y la Constitución quiere que mantengamos a la gente saludable". 

    El impacto de los fondos federales en la salud de Puerto Rico

    La influencia del gobierno federal en la prestación de servicios de salud en Puerto Rico es significativa. McClintock señaló en su discurso que "el gobierno federal proporciona la mayoría de los recursos" para los servicios de salud, lo que obliga a Puerto Rico a seguir reglas impuestas por el gobierno de Washington. Esto limita la capacidad de los gobiernos locales para implementar reformas fundamentales que aborden las necesidades únicas de los puertorriqueños.

    Por su parte el Dr. José Alfredo Hernández Mayoral dijo que si bien se reconoce la necesidad de un sistema de salud universal, su implementación sería costosa y es muy poco probable que  Puerto Rico pueda mantenerla sin fondos federales. Agregó que era imposible. "Gran parte del problema de salud son los recursos", enfatizó.

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    La transformación del sistema de salud: ¿Un cambio positivo?

    Puerto Rico ha implementado varias reformas en su sistema de salud. El exgobernador Pedro Rosselló transformó el sistema público de salud para garantizar que todos los ciudadanos recibieran la misma atención médica. McClintock dijo que los objetivos de la reforma eran nobles, pero generó un debate sobre si era financieramente sostenible.

    "Eso ha sido un debate", afirmó McClintock, "para mí la contestación es que no, que ha resultado ser más caro de lo que yo creo que lo anticipaban". Esta transformación, aunque positiva en términos de acceso, ha planteado desafíos financieros para el gobierno de Puerto Rico, que sigue dependiendo en gran medida de los recursos provenientes de Estados Unidos.

    ¿Es posible un plan de salud universal?

    La posibilidad de un plan universal de salud en Puerto Rico continúa siendo un tema de discusión entre los partidos políticos. McClintock y Hernández Mayoral coincidieron en que la idea de un sistema de atención médica completamente universal, financiado localmente y sin una inyección de fondos federales, es una fantasía. "Ellos hablan de reducir la dependencia", comentó McClintock en referencia a ciertos sectores políticos, "pero eso es la dependencia en los fondos federales", dijo McClintock, refiriéndose a ciertos sectores políticos. Todavía depende de recursos externos.

    El gobierno puertorriqueño continúa enfrentando desafíos importantes para garantizar los servicios de salud adecuados para todos sus ciudadanos. La dependencia de la financiación federal, la complejidad del sistema de salud y las limitaciones presupuestarias complican la situación. Sin embargo, tanto McClintock como Hernández Mayoral coinciden en que hay que seguir buscando soluciones creativas que permitan un mayor acceso a los servicios de salud, sin olvidar la importancia de la justicia y se debe señalar el bienestar de la población en su conjunto.

    "No estamos haciendo todo lo que deberíamos hacer", concluyó McClintock, señalando que mientras haya voluntad política y compromiso con la salud pública, todavía hay esperanza de mejorar el sistema de salud de Puerto Rico.


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