Entre sus próximos retos están fortalecer residencias y subespecialidades, expandir servicios en comunidades con difícil acceso y consolidar proyectos estratégicos como el Centro de Trauma Nivel 1 y el Centro de Enfermedades Cerebrovasculares.
Este año, la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico celebra su 75.º aniversario. Más que una cifra, este hito representa una historia viva de compromiso con la salud, la ciencia y el servicio público. A lo largo de estas siete décadas y media, nuestra Escuela ha sido testigo y protagonista de la evolución de la medicina en Puerto Rico, formando generaciones de profesionales que han transformado vidas y comunidades.
Desde su fundación en 1950, la Escuela ha sido un pilar de excelencia y rigurosidad académica. Nuestros egresados han ocupado posiciones de liderazgo en hospitales, universidades, agencias gubernamentales y organizaciones internacionales. Han sido rectores, decanos, secretarios de salud, investigadores distinguidos y hasta una Cirujana General de los Estados Unidos. Este legado es testimonio del impacto que tiene la educación médica pública cuando se guía por la excelencia y el compromiso social.
Nuestra trayectoria ha estado marcada por grandes logros, pero también por desafíos significativos. Hemos enfrentado huracanes, pandemias, crisis fiscales y transformaciones sociales. En cada uno de esos momentos, nuestra comunidad académica ha respondido con integridad, conocimiento y solidaridad. Hemos sostenido nuestras acreditaciones al más alto nivel, innovado en la enseñanza médica y la investigación científica, y brindado atención especializada a los pacientes más vulnerables en nuestros hospitales afiliados.
Hoy, al mirar hacia el futuro, reafirmamos nuestra misión: educar médicos y científicos comprometidos con la salud de Puerto Rico, generar conocimiento que transforme vidas, y servir a nuestras comunidades con responsabilidad social. Nos proponemos continuar fortaleciendo nuestros programas de residencia y subespecialidades médicas, expandir servicios clínicos en áreas de difícil acceso, colaborar con el Departamento de Salud en iniciativas estratégicas como el Centro de Trauma Nivel 1 y el Centro de Enfermedades Cerebrovasculares de la ASEM, y seguir impulsando la investigación en ciencias básicas, clínicas, traslacionales e investigación en educación, adaptándonos a los retos emergentes en salud pública.
Esta semana de aniversario es una oportunidad para celebrar, pero también para agradecer. Agradecer a quienes nos precedieron, a los fundadores, a las primeras facultades, a los primeros estudiantes, residentes, y personal no docente, a los decanos y decanas y todos los líderes que han guiado esta institución con visión y valentía. Nos paramos sobre sus hombros, y desde ahí seguimos construyendo.
A nuestra comunidad académica —estudiantes, residentes, facultad, personal no docente, egresados— gracias por ser parte de esta historia. Gracias por sostener este proyecto colectivo que es la Escuela de Medicina, porqué, este proyecto vale la pena y hace la diferencia. Y gracias por continuar, con pasión y compromiso, la noble tarea de cuidar la salud de Puerto Rico.
¡Feliz aniversario! Que los próximos 75 años sean aún más transformadores.