El Doctor José Pons, psicólogo clínico y presidente de la Universidad Carlos Albizu en Puerto Rico y Miami, en entrevista para la Revista de Medicina y salud pública, habla sobre el impacto psicológico que sufren los profesionales de la salud en la atención de sus pacientes, bien sea por el virus o por la relación con sus pacientes cotidianos.
Uno de los aspectos fundamentales en la lucha contra la pandemia del COVID-19, y contra las enfermedades en general, es la labor de los profesionales de la salud, quienes tienen que afrontar toda la gran carga que implica el trabajo médico en medio de una contingencia sanitaria.
El Doctor José Pons, psicólogo clínico y presidente de la Universidad Carlos Albizu en Puerto Rico y Miami, en entrevista para la Revista de Medicina y salud pública, habla sobre el impacto psicológico que sufren los profesionales de la salud en la atención de sus pacientes, bien sea por el virus o por la relación con sus pacientes cotidianos.
Comenta el Doctor Pons que hay unos factores de riesgo de quemazón laboral, fatiga de compasión, pérdida de vidas vicarias, que aclara, que el profesional relaciona de alguna manera a sus pacientes con sus familiares de mayor edad como padres y abuelos; menciona otros factores como el sistema de alerta activado que por periodo de tiempos largos genera problemas de ansiedad, tensión muscular y problemas de hipervigilancia en un punto, factor que describiremos más adelante
El estrés generado por la labor médica puede ser intenso lo que hace que la plenitud de sus funciones y de su análisis se vean reducidos. La inversión de energía es muchísimo más alta y en un breve periodo de tiempo puede gastar lo que normalmente se consume en un periodo normal de trabajo. Un elemento fundamental que relaciona el doctor Pons es que toda esta situación crítica provoca, en medio de la ansiedad y la presión, un estado de hipervigilancia en un momento específico que causa la pérdida de la percepción periférica, centrándose en un solo punto del análisis médico dejando de lado el análisis sobre el resto del problema para lo cual lo más conveniente es tener un equipo completo que le dé el apoyo suficiente haciéndole caer en cuenta de otros síntomas y elementos que su estado psicológico no lo deja ver por el estrés.
Es evidente que para los profesionales de la salud el fallecimiento de los pacientes tiene un impacto fuerte, que puede ir acompañado por frustración y desazón al no poder lograr una remisión de los síntomas.
Retos psicológicos y conductuales para profesionales de la salud
En una segunda entrevista para la Revista Medicina y Salud Pública el doctor Pons responde algunas preguntas sobre estos mismos aspectos.
Escuche la entrevista completa aquí:
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El aspecto humano de los profesionales de la salud en la crisis
¿En qué aspectos de la salud mental se ven afectados los profesionales de la salud en una sala de emergencia?
El profesional de la salud estará afectado por ciclos de activación y desactivación del sistema nervioso debido a la responsabilidad de proteger la vida de los pacientes. La presión de la revisión y elaboración de diagnósticos con poco tiempo y en situaciones difíciles, así como el maniobrar con estados de alerta hace que se produzcan estados de agotamiento mentales en especial por estar en continua actividad y desactividad.
¿Qué factores atacan a un profesional de la salud?
Afirma el doctor Pons que el profesional tiene sus propias experiencias personales y familiares que afectan que llegan consigo y pueden afectar sus funciones con los pacientes; lo recomendable es tener una historia personal saludable y una percepción optimista. Se entiende entonces que el adiestramiento del médico obliga a una separación de su aspecto personal de la situación con sus propios pacientes para lograr la efectividad y el éxito de los tratamientos.
¿Cuál es el reto psicológico principal del profesional de salud?
Al respecto dice que además de todo el manejo del estrés y la ansiedad es fundamental tener en claro su convicción de tener claro por qué se convirtió en profesional de la salud; pone especial anotación en el juramento y una decisión de vida igualmente en el reto que se tiene con el paciente, utilizando al máximo las competencias adquiridas en bien del paciente y mantener en mente el juramento que se ha hecho en beneficio de las personas atendidas.
¿Cómo decide el prestador de la salud a quien atender primero?
Al respecto está de acuerdo que es muy difícil tomar estas decisiones entre pacientes con alta necesidad pues la realidad es que existen una falta de recursos para atender a todos los pacientes al tiempo, esta decisión tiene un componente de profesional y de conocimiento, así como de proyección de cuál es la probabilidad de éxito de cada paciente. Para tomar este tipo de decisiones hay que tener en cuenta que existe un sistema emocional que dice que siente uno en el momento para tomar la decisión. Es importante reconocer que hay temor y una alerta para proveer la mejor atención a las personas, así como estimular la protección así mismo con todos los medios para evitar su propio contagio.
El mensaje en últimas que quiere resaltar es que existe un sistema tan poderoso como el cognitivo que orienta cuando hay situaciones de peligro y nos alerta sobre las necesidades que tiene los pacientes a la vez de los cuidados de los médicos.
¿Es normal que exista miedo de no salvar una vida?
Al respecto el doctor Pons dice que cuando no se logran todos los objetivos que se tiene con el paciente se produce una emoción de impotencia por no poder lograr lo que se desea en el paciente.
Concluye el doctor Pons con su análisis personal “estamos todos no solamente en el contexto de prestación de servicios de salud sino en nuestro ambiente sociales e incluso familiares en una etapa difícil de la historia de la humanidad con esta pandemia y que obviamente hay que tomar unas medidas de precaución que ya todas las conocemos y que a la vez tenemos que tomar dos caminos: El camino de la esperanza que eventualmente vamos a sobreponernos a esto, llegará la vacuna que nos permita protegernos a nosotros o de la contrarios tendríamos que eventualmente mirar esto como una condición crónica y cuando uno tiene una condición crónica lo que mira es cómo continuó viviendo tomando las precauciones necesarias pero manteniéndose activo en mi vida y siempre tratando de alcanzar lo mejor posible. Así que de continuar esto tendríamos que ver cómo nosotros podemos continuar viviendo, produciendo y echando para adelante con las precauciones necesarias pero sin perder la fe ni la esperanza de que en algún momento vamos a superar esto”.