Chuparse el dedo es algo muy común durante los primeros meses de vida del bebé, pues encuentran relajación y seguridad. Les permite entretener el hambre y, según expertos, es mucho más sano que el uso de chupetes.
Succionar, para los bebés, es una acción innata, pues desde el útero los bebés se chupan el dedo. Es algo muy común durante los primeros meses de vida del bebé, pues encuentran relajación y seguridad. Les permite entretener el hambre y, según expertos, es mucho más sano que el uso de chupetes.
Ahora bien, si el hábito perdura hasta cuando el niño alcanza los cinco años, pueden presentarse dificultades en el lenguaje o problemas en los dientes, además de que suele estar relacionado con el aislamiento y la inseguridad.
Sobre los 6 y 7 años de edad, los niños pierden los dientes de leche y reciben los definitivos, de manera que el niño debe dejar el dedo antes de este suceso para que no hayan repercusiones dentales graves que lo vayan a marcar. Muchas veces, esta acción puede ser respuesta a estímulos estresantes, como separación de los padres o el comienzo en una nueva escuela; es importante que esta transición la iniciemos en momentos de calma.
La prohibición y los castigos por hacerlo, pueden generar rechazo por parte del niño, de forma que debemos a toda costa reprenderlo o ridiculizarlo, porque más que hacerle un bien de esa manera, lo que estamos haciendo es generarle inseguridad, problemas de autoestima y ansiedad.
¿Cómo evitar que se chupe el dedo?
Recompensa los pequeños avances: Debemos ser conscientes de que no lo va a dejar de un día para otro, sino que se trata de un proceso lento y con progresos casi invisibles, pero es importante reconocer su esfuerzo con pequeñas recompensas, generando una respuesta positiva en él, animándolo a continuar avanzando.
Aplica sustancias amargas en el dedo: Algunos especialistas recomiendan el uso de vinagre o limón para evitar que los niños se chupen el dedo. Debes contar con su consentimiento y explicarle que hace parte del proceso, porque de lo contrario estaremos generando rechazo de su parte.
Distracción: La mayoría de las veces, este hábito se da cuando los niños están aburridos como un acto inconsciente. Si es el caso de tu hijo, pueden desarrollar actividades que mantengan las manos ocupadas, como manualidades.
Usar guantes, esparadrapo o vendar el dedo: Debes llegar a un acuerdo con el niño para que no se lo quite, de esta manera la succión va a ser incómoda y desagradable.