Pubertad precoz: una preocupación tanto médica como emocional

La detección temprana y el apoyo de profesionales de la salud son fundamentales para manejar esta condición.

Jhoser Bermúdez Guerrero

    Pubertad precoz: una preocupación tanto médica como emocional

    La pubertad precoz puede ser una experiencia confusa y desafiante para los niños y sus familias, entorno a esta temática de la Revista de Medicina y Salud Pública entrevistamos a la Dra. Marina Ruiz, Endocrinóloga Pediátrica, quien proporcionó información valiosa y consejos sobre cómo manejar la pubertad temprana.

    ¿Qué es la pubertad precoz?

    La pubertad precoz se refiere al inicio temprano de los cambios físicos y hormonales que normalmente ocurren durante la adolescencia, según detalla la doctora:

    "Es la aparición de situaciones clínicas secundarias sexuales, tanto en varones como en niñas. En las niñas se da el desarrollo de los senos, en los varones crecimiento los testículos y en ambos puede haber olor corporal y crecimiento de pelo cúbico".

    Edades normales vs. tempranas

    La pubertad suele comenzar alrededor de los 8 años en niñas y 9 años en niños. Si se observa el desarrollo de características sexuales secundarias antes de estas edades, puede ser una señal de pubertad precoz.

    "Cada vez se está viendo más temprano, pero cualquier hallazgo secundario sexual antes de los ocho años en las niñas y antes de los nueve años en los varones es un síntoma de esto. A los ocho años se debe dar el inicio de las señales, pero no es no es normal, por ejemplo, que una niña menstrue a esta edad", explica.

    Pubertad en niños y niñas

    La galena enuncia que la pubertad central en las niñas es el crecimiento de los senos, mientras que en los niños se trata del crecimiento de los testículos.

    "En las niñas empieza, normalmente, después de los ocho años y dos a tres años después llega su primera menstruación o menarquia, también hay una pubertad periférica en los dos sexos que se da con el olor corporal, pelo púbico o acné que si aparecen antes de los ocho años pueden ser patológicas y merecen una evaluación", puntualiza.

    Además, apunta a que en los varones es más complicado, porque son menos los que llegan a las clínicas de endocrinología pediátrica y por lo tanto, reciben menos tratamientos.

    Diagnóstico y evaluación

    Según indica la Dr. Ruiz, el diagnóstico de la pubertad precoz se basa en un examen clínico detallado en el cual los médicos buscan señales como el desarrollo de senos, olor corporal, vello púbico, acné, entre otros.

    "Los papás son de gran ayuda porque pueden darnos señales de cambio. Además, observamos las curvas de crecimiento y cómo está creciendo el niño o la niña y luego enviamos laboratorios de LH (hormona luteinizante) y FSH (hormona foliculoestimulante) para verificar las hormonas que se hacen en la glándula pituitaria para comenzar el proceso de pubertad y una placa de mano que dice la edad ósea que tienen los hijos".

    Para lo cual manifiesta que se realiza para ver la maduración ósea, puesto que hay estándares que indican cómo se deberían verse los huesos o el espacio entre los huesos en las diferentes edades de los niños.

    Implicaciones emocionales

    La pubertad temprana puede ser emocionalmente desafiante para los niños. Pueden sentirse aislados o ansiosos, ya que están experimentando cambios que sus compañeros aún no han experimentado. Por lo tanto, el apoyo de psicólogos es esencial para abordar estas preocupaciones.

    "Es un impacto social fuerte para los niños que no tienen compañeros en estas situaciones, en las que seguramente los papás no le hablaron del tema antes que ocurriera, por lo que se pueden sentir aislados, deprimidos y ansiosos. Afortunadamente es bastante común que los niños tengan psicólogo en Puerto Rico", expresa.

    Tratamiento y prevención

    El tratamiento para la pubertad precoz tiene como objetivo preservar la estatura y aliviar los efectos emocionales. Se utilizan medicamentos que retrasan la pubertad y regulan las hormonas.

    "A veces se piensa que se deben quitar los medicamentos aprobados para parar el proceso de pubertad, porque frenar el estrógeno que es lo que fortalece los huesos, podría provocar osteoporosis a futuro, pero si se pausa el medicamento al debido momento este no genera efectos secundarios de osteoporosis, porque el estrógeno vuelve otra vez a producirse normalmente y los huesos se fortalecen", revela.

    Y menciona que: "Usualmente las inyecciones para pubertad central eran mensuales o cada tres meses, hoy en día tenemos medicamentos aprobados que duran seis meses. Sin embargo, el avance más grande que ha habido es la enseñanza a la comunidad y los médicos porque cada vez son más los referidos que llegan evidenciando alguna condición".

    Mitos sobre la pubertad precoz

    La obesidad, no la dieta, es una causa importante de la pubertad temprana. Es importante aclarar que no existe evidencia sólida que respalde la creencia de que el consumo de pollo u otros alimentos causan pubertad temprana.

    "En cuanto al pollo y el estrógeno, no se pudo concluir nunca que hubiese un impacto en la pubertad, pero se realizó un estudio que fue tan impactante hace muchos años que muchas personas continúan preguntando si deben dar pollo a los niños y la verdad es que hoy en día se consiguen variedades de pollo sin estrógenos, hormonas, etc., o sea que ese tema se debe sacar de preocupación", aclara.

    Y apunta que esta condición se puede dar por una variedad de cosas como las causas ambientales que destapan esa predisposición genética, pero no se puede inferir que solamente se da por comer pollo o algún alimento en específico.

    Cuidado interdisciplinario

    El manejo de la pubertad precoz a menudo implica un equipo interdisciplinario de médicos, psicólogos y otros especialistas, así como comunicación abierta con los niños desde temprana edad para ayudarles a comprender y sobrellevar estos cambios.

    "Hay que empezar a enseñar a los niños, para evitar que se enteren por amistades más grandes o las redes sociales, porque están aprendiendo de una manera incorrecta, por eso es importante hablarles poco a poco, en su desarrollo cognitivo, desde temprana edad de los genitales".



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