Es muy común que en la etapa de los 2 ó 3 años de edad, algunos seres, amigos, o héroes imaginarios aparezcan e invadan el día a día de los niños.
El universo de superhéroes, de monstruos, de fantasmas, de hadas y de otros amigos, ayudará a tu hijo a crecer y a desarrollar sus emociones y creatividad. Le ayudará a expresar sus miedos, sus alegrías, sus inquietudes y sus más profundos deseos.
Los niños son conscientes del mundo real, pero a esas edades todavía les cuesta asimilarlo y aceptarlo tal como es. Por esta razón ellos crean un mundo donde todo es posible, permitido y solucionado. Es la etapa del pensamiento mágico de los niños. El amigo imaginario puede ser un osito de peluche, un soldadito, cosas, animales, etc. Son amigos que pasan a tener vida, a conversar, jugar y a pelear con los niños. A través del amigo imaginario los niños:
Los padres y el amigo imaginario del hijo
Aunque el mundo y el amigo imaginario de tu hijo parezcan graciosos, no debes participar, ni estimular, ni tampoco reprimir a los niños para que sigan jugando y conversando con su amigo. Si tu hijo tiene un amigo imaginario, es aconsejable que lo observes discretamente, más que nada para sacar de sus conversaciones con el amigo alguna necesidad o deseo emergente, y saber si su amigo es bueno o malo. Esta observación te ayudará a conocer mejor a tu hijo. Jamás le regañes por esta imaginación. Eso puede herirle a tal punto que evitará charlar con su amigo delante de ti. Controla el tiempo que tu hijo está con su amigo diariamente.
Conviene que tu hijo también tenga tiempo para jugar con otros niños, y con sus padres. Los padres de niños con amigos imaginarios también deben aumentar la vigilancia hacia el niño mientras juega con su amigo. Deben aumentar los cuidados con las ventanas y con objetos que ofrezcan algún riesgo. El niño puede desear volar como Superman, y la niña puede creer que puede volar con un paraguas, para imitar a Mary Poppins.
Cuando el amigo imaginario se convierte en una preocupación
Cuando los niños se adentran en este mundo de fantasía e imaginación, los padres solo tendrán razones para preocuparse si su hijo se agarra al amigo imaginario a tal punto que lo impida cumplir con sus tareas y compromisos cotidianos, o que vean que su hijo ya no desea tener amigos reales para jugar y relacionarse.
Además, si notan que el hijo se ha vuelto retraído o ha adquirido comportamiento agresivo a causa de un amigo imaginario violento, deberán buscar ayuda y apoyo de un especialista. Situaciones como esas podrían generar otros problemas. Por lo demás, no existen razones para alarmarse. El niño no sufre problemas mentales, ni vive situaciones sobrenaturales. El niño está sano. Del mismo modo en que llegan los amigos imaginarios, se van y desaparecen con el tiempo. Es una etapa que suele finalizar por vuelta de los 7 u 8 años de edad, cuando el niño tenga muy desarrolladas las funciones del lenguaje, de la lógica, memoria e inteligencia.
Se han hecho muchas observaciones al fenómeno del amigo imaginario. Algunos dicen que los hijos únicos, que solamente conviven con adultos, son los más propensos a tener amigos imaginarios, y los utilizan para llenar esta carencia social. Otros afirman que el fenómeno se da normalmente en los niños más sensibles, con mayor imaginación y fantasía. Y hay los que dicen que los niños que en la infancia tiene amigos imaginarios, podrán convertirse en artistas en la edad adulta. Cada niño es un mundo, y había que vivirlo para saberlo.