Necesario el apoyo a la salud emocional de los niños, según Sociedad Puertorriqueña de Pediatría

Igualmente, exhortan a la vacunación para el COVID-19 y la prevención de la diabetes y obesidad.

Belinda Burgos, María Camila Sánchez

    Necesario el apoyo a la salud emocional de los niños, según Sociedad Puertorriqueña de Pediatría

    Con la llegada de la pandemia, el confinamiento y el aislamiento, los niños tuvieron que enfrentarse a grandes cambios en sus rutinas que cambió por completo la perspectiva que tenían del mundo. Esto no solo afectó su salud mental, sino también su salud física en diferentes aspectos.

    En un panel organizado por el programa Expertos en Salud, llevado a cabo por la Revista de Medicina y Salud Pública varios especialistas de las distintas áreas enfatizaron en la importancia de prestar atención a los distintos cambios conductuales de los menores.

    Efectos de la pandemia en la salud mental infantil 

    La doctora Delmara Rivera, psicóloga clínica aseguró que hubo “un drástico aumento en síntomas de ansiedad y depresión, tics motores y vocales en niños y adolescentes que afecta la socialización y el funcionamiento global de esta población en la isla”.

    Asimismo, para el doctor Ohel Soto raíces, psiquiatra de niños, adolescentes y adultos ha habido un aumento de sensaciones de disforia, aislamiento, depresión y ansiedad en Estados Unidos y en Puerto Rico.

    “Vemos un aumento en ideas suicidas, problemas alimentarios. Todo esto está trayendo un lapso en ese proceso de socialización, y la necesidad de los menores para poder desarrollar el manejo de emociones y conflictos, que muchas veces requieren de un tratamiento psicológico y la necesidad de un medicamento psiquiátrico”, afirmó el experto.

    Por ello, ambos expertos hacen un llamado a padres y familiares de los menores a observar la conducta típica de los niños y ver cualquier cambio en el patrón de comportamiento, como la dificultad para dormir, irritabilidad, coraje, problemas de conducta, bajo rendimiento académico, problemas de alimentación, mala higiene, descuido, pérdida de interés en actividades que antes gustaban, entre otros.

    “Estos son indicadores de que algo no está bien. Lo primero es sentarse con los hijos y discutir lo que está pasando, hacerles ver que entendemos cómo se sienten, preguntarles qué está ocurriendo y poder determinar si tenemos que ir con un profesional de la salud mental o cualquier profesional de la salud, como el pediatra para discernir si son aspectos correspondientes al crecimiento”.

    La virtualidad ha afectado el proceso de interacción social y el desarrollo de algunas destrezas necesarias para la resolución de problemas, y para tener una sana convivencia. 

    “Los niños están ansiosos por regresar a las aulas, pero con cada incidente que los regresa a las clases virtuales, se torna un reto para ellos y para los padres, afectando la salud emocional de los pequeños. Ahora es más retante estar donde hay más niños o personas, y en algunos casos, pueden presentarse síntomas asociados a los ataques de pánico”, afirmó la Dra. Rivera.

    Del mismo modo, el doctor Gerardo Tosca, presidente entrante de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría afirmó que “el regreso a la presencialidad es importante: si vemos el balance de la estabilidad mental, emocional y didáctica de los niños, porque todo se ha rezagado con la pandemia, vemos que tiene más peso que la importancia de los síntomas del COVID-19”. 

    Aumento en los casos de ciberbullying o acoso virtual

    Una de las problemáticas que aquejan a nuestros niños, por años ha sido el acoso escolar, también conocido como bullying. A pesar de que no hay una agresión física, este sigue teniendo un gran impacto en los pequeños debido a la magnitud e inmediatez de las redes sociales.

    La doctora Carmen Suárez, presidente electa de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría, aseguró que  el bullying causa mucha ansiedad e inseguridad. “Debemos estar muy alertas a lo que nos cuentan los niños y a cómo se sienten, porque no es lo que pasó en la escuela, es lo que pasó en la computadora estando en casa”.

    Lo cierto es que, para los pediatras ha sido aún más complicado poder diagnosticar algunas condiciones ligadas al ciberbullying, como lo es la obesidad o la anorexia nerviosa, debido a que hubo muy poca afluencia de pacientes durante los puntos críticos de la pandemia, retrasando el inicio del tratamiento de estas enfermedades.

    Mayor incidencia de enfermedades crónicas en pacientes pediátricos durante la pandemia

    La doctora Ana Medina Mateo, secretaria de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría, afirmó que hubo un mayor número de casos de niños con diabetes tipo 1. Adicional a esto, la experta aseguró que hubo un aumento en la cantidad de pacientes que llegaron muy enfermos a las salas de emergencias y la razón más frecuente, fue el temor de ir al hospital por miedo a contagiarse de COVID-19. “Estaban abandonados en su seguimiento médico”, mencionó.

    Según la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), desde el año 2020, hubo un aumento en casos de desnutrición, deficiencia de micronutrientes, sobrepeso u obesidad en la población pediátrica en el continente.

    La doctora Elivette Zambrana, reumatóloga y directora de la división pediátrica de la Fundación FER resaltó que este tipo de enfermedades, especialmente la obesidad puede aumentar el riesgo infantil de padecer diabetes tipo 2, asma, déficit de atención por hiperactividad, depresión, desórdenes de comida, aumento de la presión intracraneal por exceso de peso, problemas musculoesqueletales, dolor de espalda, entre otros. Además, enfatizó que hay 13 cánceres asociados a la obesidad.

    “Hacer buen historial y examen físico: no todos los problemas de obesidad están asociados con la cantidad de comida. Hay factores como la tiroides y otros asuntos médicos que debemos descartar, el patrón del sueño, los patrones de ejercicio y ver en qué consiste la dieta. Adicional a esto, debemos hacer unos laboratorios para corroborar el estado de salud del niño y por consiguiente, iniciar un tratamiento multidisciplinario”.

    Asimismo, el doctor Soto Raíces se pronunció asegurando que hasta un 40 o 43% de niños y adolescentes piensan en hacer dieta, perder peso y su apariencia aumentando el riesgo de desarrollar múltiples condiciones como el desarrollo de anorexia y bulimia.

    Vacunación pediátrica en Puerto Rico 

    La doctora Iris Cardona, pediatra y Principal Oficial Médico del Departamento de Salud recordó la importancia del esquema de vacunación para los más pequeños, iniciando por la vacuna de la hepatitis B.

    “Luego de eso, vamos a tener una serie primaria de vacunas a los 2, 4 y 6 meses, al año, a los 15 meses, a los 4 años y en la adolescencia. El proceso de vacunación debe seguir hasta la adultez; los adultos requieren reforzar algunas vacunas”.

    En cuanto a la inmunización con el actual COVID-19, la experta aseguró que para niños de 5 a 11 es una formulación y para los jóvenes desde los 12 años es otra, de modo que no deben existir inseguridades en torno a la vacunación.

    Los expertos hicieron una serie de recomendaciones a padres y familiares de los niños en la isla. Entre las que se destacan el control y la asistencia regular a la consulta pediátrica, promover la inmunización de los niños contra el COVID-19, estar atentos a los patrones de conducta de los pequeños para identificar cualquier anomalía comportamental e inculcar hábitos alimenticios saludables a los niños, para evitar determinadas condiciones relacionadas con el sobrepeso y la obesidad.

    Vea la entrevista completa:


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