Según un estudio realizado por la Universidad del Sur de California los niños con asma tienen mayor riesgo de obesidad. Para detallar estos resultados se realizó un seguimiento simultaneo al asma y a la obesidad.
El estudio fue realizado por 40 científicos y evidenció que los problemas respiratorios, la falta de aliento y el asma produce que los cuerpos de los niños sean más propensos a la obesidad. El análisis se realizó a más de 20 mil pacientes y los resultados evidenciaron que de los niños que tienen asma, el 66% tiene más posibilidades de convertirse en obesos que aquellos sin tal diagnóstico.
Para los menores que sufren de sibilancias persistentes -sonido agudo al paso del aire por los conductos respiratorios debido a un estrechamiento bronquial-, la posibilidad de desarrollar obesidad es 50 % mayor en comparación con los niños sin estos síntomas.
El asma afecta a más de 6.5 millones de niños en Estados Unidos y 1 de cada 10 infantes padecen de este trastorno respiratorio. Según estudios recientes del Centro de Control de Enfermedades, 1 de cada 12 personas en este país han sido diagnosticados con asma. Esto quiere decir que los picos respiratorios están muy altos y existe una alarma por los cambios climáticos en países de América.
En ciudades como California y San Joaquín, aproximadamente 1 de cada 6 niños sufre de asma, la tasa más alta del país. Un resultado importante es que las cifras por obesidad entre jóvenes siguen en alza y supera las estadísticas de las personas que sufren asma. Los datos de CDC de 2015 y 2016 muestran que aproximadamente 1 de cada cinco personas, de entre los 6 y los 19 años, es obesa en EE.UU.
La Revista de Pediatría y Familia, les recomienda a los padres tomar las respectivas precauciones sobre cómo ayudar a los niños que sufren de asma para que implementen hábitos saludables en su diario vivir.