Un método en el que se usa un globo para tranquilizar a niños inquietos e impulsivos.
Siempre ha habido niños más nerviosos. El temperamento, la personalidad... ¡Existen tantos factores que influyen en hacer de nuestros hijos 'pequeños terremotos'! Pero siempre podemos ayudarles a recuperar la calma. ¿Cómo? Existen muchas técnicas. El bote de la calma, La técnica de la tortuga... y también la técnica del globo. Sí, del globo. ¿Quieres saber en qué consiste?
Cómo usar la técnica del globo para calmar a niños nerviosos
La técnica del globo consigue ayudar a los niños más nerviosos a controlar sus impulsos. Ayuda a el niño dominen sus nervios porque le enseña a respirar de forma correcta para lograr la calma. Evidentemente, necesitas globos, globos de colores. Y un espacio más bien amplio dentro de la casa. Te explicamos los pasos que debes seguir:
1. Primero debes explicar al niño que si está nervioso, en realidad se siente como un globo demasiado inflado, a punto de estallar.
2. Ahora debes pedirle al niño que se siente. Tú te sientas cerca de él.
3. Infla un globo, tanto tanto, que estalle (avísale de lo que va a suceder para que no se asuste). Explícale que así nos sentimos cuando estamos nerviosos o enfadados y sentimos que no podemos controlarnos.
4. Pide al niño que infle un globo mucho, pero no demasiado, para que no estalle, y que intente vaciar el globo de aire pero lentamente, sin que salga disparado como un cohete (aunque esto último les divierta tanto a los niños).
5. Ahora pide al niño que cierre los ojos e imagine que es un globo. Debe respirar muy profundo, tanto que sienta que está a punto de estallar, como el globo. Después, debe expulsar el aire lo más lento que pueda. De esta forma, le explicas, no estallarás y conseguirás recuperar la calma.
6. Una vez que el niño abra los ojos, le pides que recuerde situaciones en las que se ha sentido como el globo a punto de estallar... Una pelea con un amigo, cuando los padres le regañan, o cuando le piden que haga algo que siente que no podrá hacer bien... Explícale que cada vez que se sienta así, debe respirar hondo, inflarse como el globo y expulsar el aire poco a poco como ha hecho ahora, para lograr la calma.
Esta técnica funciona con niños a partir de 7 años. Y no sólo enseña a los niños a controlar sus emociones cuando se sienten nerviosos o enfadados. También les ayuda a mejorar la concentración y a trabajar la paciencia. Lo mejor de todo es que los padres más nerviosos también pueden utilizarla.
3 técnicas más para calmar a niños inquietos
Existen muchas técnicas para ayudar a los niños más nerviosos a tranquilizarse. Apunta estas otras posibilidades: