Alerta durante el sueño del bebé: Síndrome de muerte súbita en lactantes

Una combinación de factores ambientales físicos y del sueño pueden hacer que un bebé sea más propenso a tener el síndrome de muerte súbita.

Valentina Diaz Ospina

    Alerta durante el sueño del bebé: Síndrome de muerte súbita en lactantes

    El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) es una muerte sin causa aparente, que ocurre durante el sueño de un bebé aparentemente saludable y menor de un año de edad, en Estados Unidos, todos los años mueren alrededor de 3.500 bebés debido a este síndrome.

    Hasta el momento no se conoce la causa, pero, al parecer, este síndrome podría asociarse con anomalías en la porción del cerebro del bebé que controla la respiración y la vuelta al estado de vigilia.

    Los investigadores han descubierto algunos factores que podrían poner en mayor riesgo a los bebés. También identificaron medidas que pueden tomar para proteger al bebé del síndrome de muerte infantil súbita.

    Factores de riesgo

    Los factores de riesgo relacionados con una mayor o menor probabilidad de SMSL, pueden cambiarse y disminuir el riesgo como: el entorno donde duerme el bebé, pero hay otros factores de riesgo que no pueden cambiar.

    Por ejemplo, los bebés que nacen antes de tiempo (prematuros) o que tienen un bajo peso al nacer (menos de 5 lb 8 oz o 2,5 kilos) tienen el doble o triple de probabilidades de morir de SMSL o de otra muerte relacionada con el sueño. 

    Factores de riesgo maternos

    Durante el embarazo, el riesgo de que el bebé presente el síndrome de muerte infantil súbita también depende de la madre, sobre todo si es menor de 20 años, fuma, consume sustancias o bebe alcohol o recibe asistencia prenatal precaria.

    Investigaciones recientes indican que cada cigarrillo que se fuma durante el embarazo aumenta el riesgo de SMSL de su bebé. De hecho, se estima que, si todas las mujeres dejaran de fumar durante el embarazo, se podría evitar hasta un tercio de las muertes por SMSL.

    Prevención

    No existe ningún modo garantizado para prevenir el síndrome de muerte infantil súbita, pero se puede ayudar a que el bebé duerma de manera segura con lo siguiente:

    Dormir de espalda: Durante el primer año de vida se debe poner al bebé a dormir boca arriba, en lugar de boca abajo o de lado.

    Mantener la cuna lo más vacía posible: Utilizar un colchón firme y evita colocar al bebé sobre rellenos gruesos y blandos, como piel de cordero o un edredón grueso. No dejar almohadas, juguetes de peluche en la cuna, ya que pueden interferir en la respiración si la cara de tu bebé se presiona contra ellos.

    No permitir que el bebé tenga calor excesivo: Para mantener cálido al bebé, intentar con una bolsa de dormir o con ropa para dormir que no requiera mantas adicionales. No cubrir la cabeza del bebé.

    Las camas para adultos no son seguras para los bebés: El bebé puede quedar atrapado y sofocarse entre los listones de la cabecera, en el espacio entre el colchón y la estructura de la cama o en el espacio entre el colchón y la pared. Un bebé también puede sofocarse si uno de los padres dormido se mueve por accidente y cubre la nariz y la boca del bebé.

    Ofrecer un chupete: Chupar un chupete sin correa o hilo a la hora de la siesta y a la hora de dormir podría reducir el riesgo de síndrome de muerte infantil súbita. Una advertencia: si se está amamantando al bebé, espere a ofrecer un chupete hasta que el bebé tenga 3 o 4 semanas y se haya establecido una rutina de lactancia.

    Aunque el riesgo general de sufrir el SMSL es bajo (un poco menos de 1 muerte por cada 1000 nacimientos con vida), esta cantidad sigue siendo muy elevada. Las tasas de SMSL en Estados Unidos son mucho mayores a las de otros países. 

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