La condición de esclerosis múltiple (EM) es una disfunción inmunológica que afecta el sistema nervioso central. Las células que se activan viajan de la sangre al sistema nervioso central desencadenando una respuesta inflamatoria, explicó el neurólogo Nicolás Pérez.
Uno de los síntomas que pueden presentar las personas que padecen de esclerosis múltiple, es el deterioro cognitivo, en este caso, se ven afectadas las funciones cerebrales superiores y la memoria.
Las estadísticas muestran que dos tercios de los afectados con esclerosis múltiple, sufren algún tipo de deterioro en las funciones cognitivas. Además, el doctor Pérez, especialista en neurología, aseguró que no se conocen con exactitud todos los detalles de cómo o por qué una persona puede desarrollar esta enfermedad y manifestó que en el caso de Puerto Rico es sorprendente la prevalencia que existe.
Entre un 40% y 60% de los pacientes con EM suelen presentar deterioro cognitivo, pero también puede presentarse otra sintomatología como pérdida de visión, dolor, fatiga y disminución de la coordinación y su gravedad o duración varia entre paciente y paciente.
La parte externa es donde se agrupan las neuronas y donde hay una serie de fibras que conectan este sistema completo con diferentes subsistemas uniéndolos entre sí. La materia blanca, constituye la fibra que permite la comunicación entre ellas y la corteza cerebral, está compuesta por las neuronas que proyectan los axones que reciben información a través de las dendritas; de esta manera, todo el tiempo está manejando información sensorial.
La aparición de lesiones afectan tanto la sustancia gris como blanca del cerebro y pueden ocasionar pérdida de volumen cerebral. Ante esto, el cerebro tiene una capacidad de absorber daños hasta un punto que es bien variable, para esta enfermedad un paciente puede tener esclerosis múltiple sin demostrar algún síntoma durante gran parte de su vida.
El paciente puede tener un proceso inflamatorio de manera subclínica hasta que comience a tener síntomas, en este caso y tras confirmarse el diagnóstico, es fundamental iniciar un tratamiento lo más temprano posible, ya que se tiene el poder y control sobre el avance de la condición.
Hay que analizar todos los factores para ayudar al paciente de una forma completa. En la esclerosis múltiple progresiva, el daño estructural del cerebro daña la fibra, por lo que la comunicación entre cada una de ellas disminuye. El paciente tiene problemas de memoria y con la velocidad del procesamiento de la información, para ello, es preciso acudir a una prueba neuropsicológica que permite ver donde está ocurriendo el problema.
“Diagnóstico temprano, tratamiento agresivo de forma segura para evitar que el daño estructural ocurra, es la forma para manejar la esclerosis múltiple”, explicó el especialista
Y añadió, que a la fecha, se tienen más de 20 tratamientos que manipulan el sistema inmunológico, y que aunque no se sabe a cuál medicamento va a responder satisfactoriamente el paciente, se está trabajando en marcadores que son capaces de responder estas inquietudes.
Es preciso, hacer un seguimiento, evaluar al paciente, y usar los medicamentos de forma aleatoria de acuerdo con la respuesta que se vaya generando.
De igual forma, es vital, evaluar al paciente de forma constante y escoger los estudios que son importantes para determinar si no hay actividad medible que se ha frenado de una manera satisfactoria para el paciente.
No hay procesos 100% efectivos, nos da información que hay que integrar con otros elementos para determinar que no hay evidencia de enfermedad clínica.