La migraña no es solo un dolor de cabeza. El dolor de cabeza como tal es un síntoma no específico que puede manifestarse por una condición primaria.
La migraña no es solo un dolor de cabeza. El dolor de cabeza como tal es un síntoma no específico que puede manifestarse por una condición primaria, como es la migraña, o por causas secundarias debido a una condición médica tal como la presión arterial descontrolada, problemas con la tiroides o lesión estructural en el cerebro, entre otras razones.
La migraña es una condición neurológica que ocurre por un estado hiperexcitable del sistema sensorial del cerebro y en la mayoría de los casos es hereditaria. Este proceso no solo produce ataques moderados a severos de dolor de cabeza, sino sensibilidad a estímulos sensoriales como la luz y el ruido, náuseas, problemas cognitivos, cambios en estado de ánimo, dolor de cuello y cansancio.
Un 30% de los pacientes con migraña experimentan “aura” que se caracteriza por síntomas reversibles neurológicos que tienden a preceder el ataque de dolor. El aura más común se refleja en la visión donde se pueden ver luces, destellos o un escotoma que dura entre 5 minutos a una hora.
La Dra. Franchesca Fiorito, Neuróloga y subespecialista en dolores de cabeza, señala que el diagnóstico de la migraña es uno clínico y se hace a través de un historial detallado y examinación del paciente. En adición, se realizan otros estudios como una imagen del cerebro con resonancia magnética y ciertos laboratorios con el propósito de descartar causas secundarias si hay sospecha de la afección.
La doctora señala que “La migraña es una condición muy compleja pues hay muchas partes del cerebro que se están activando durante y hasta entre medio de los ataques”. Sin embargo, explica que, a pesar de todos sus síntomas, la migraña no lleva a repercusiones mayores como daño cerebral, sino más bien es que puede incapacitar a la persona por el dolor y sus síntomas asociados.
Debido a la variabilidad de presentación entre personas, existen unos criterios específicos en lo que se conoce como la Clasificación Internacional de Dolores de Cabeza, el cual guía a el médico para hacer el diagnóstico. El dolor de migraña en promedio tiende a durar entre 4 a 72 horas, aunque puede durar más en ciertos casos. Una persona puede tener ataques de migraña que duran horas a un día de una manera infrecuente a un dolor continuo y diario.
Los criterios específicos consisten en cumplir un mínimo de síntomas que se ven comúnmente en migraña. El primero establece que la persona debe tener 2 de las siguientes 4 manifestaciones:
El segundo grupo de criterios consiste en cumplir al menos 1 de los siguientes dos síntomas:
Es importante enfatizar que hay personas que tienen todas estas manifestaciones versus otras que cumplen con el mínimo de criterios, pero ambos serán diagnosticados como migraña, apoyando el concepto de que toda migraña es diferente.
La Dra Fiorito detalló que hay una lista de factores desencadenantes que pueden provocar la migraña en una persona que ya tiene predisposición para los ataques. Éstos incluyen ciertos alimentos, estar en ayuna, pobre higiene del sueño, olores fuertes, cambios en las condiciones del tiempo y el estrés. En el caso de las mujeres, los cambios hormonales, como los que ocurren durante el ciclo menstrual, también pueden provocar ataques de migraña.
La prevalencia mayor ocurre entre 25-55 años, con una predominancia en féminas de 30 a 40 años. Sin embargo, se puede ver desde la niñez hasta poblaciones geriátricas.
Hoy día existen un sinnúmero de tratamientos para la migraña. Se dividen en dos grupos principales. El primero de ellos son los abortivos, dirigidos a tratar el ataque al momento del dolor para reducir la severidad, duración e incapacidad asociado a ese ataque en particular. En este grupo están los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (Ej. Advil, Aleve, Cataflam) y la familia de triptanos (Ej. Imitrex, Maxalt), en donde la mayoría deben ser recetados por un médico.
Es importante recalcar que estos medicamentos son para el uso esporádico, ya que el sobreuso de ellos lleva a un dolor por efecto rebote y empeoramiento del dolor de cabeza.
Los medicamentos que contienen butalbital, tales como fioricet y tencon, al igual que los opioides, no están indicados para el uso de la migraña ya que tienen un fácil potencial de llevar a efecto rebote y están asociados a dependencia y tolerancia con el tiempo. En adición, en este último año, han surgido tres medicamentos nuevos abortivos para pacientes que tienen contraindicaciones, intolerancia o pobre efectividad con los medicamentos antes mencionados.
En el segundo grupo de tratamientos figuran los preventivos. Son tratamientos para reducir la frecuencia, duración y severidad de los ataques a largo plazo. Fiorito puntualiza que “si el paciente ya tiene 6 dias de dolor de cabeza, 4 ataques moderados o 3 ataques severos al mes, ya se debe ir recomendando un tratamiento preventivo”. El primer grupo para considerar son medicamentos orales que pertenecen a la familia de anticonvulsivos, antidepresivos y antihipertensivos ya que tienen múltiples usos y han probado ser efectivos en un grupo de personas.
Para la especialista que ha dedicado su carrera a tratar pacientes con migraña, estos son tiempos alentadores pues cada día se conoce más sobre esta condición y como mejorar la calidad de vida de los que la padecen. ¨Vienen más tratamientos por el cual siempre le digo a mis pacientes que no pierdan la esperanza”. Destaca la importancia de que los pacientes estén educados sobre su condición y junto a su médico logren controlarla mediante alternativas farmacológicas y no farmacológicas para tener una vida productiva y saludable.