Los pacientes que participaron en el estudio fueron del Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico.
Generalmente, el dolor postoperatorio en los pacientes con enfermedades crónicas es asociado con el tiempo prolongado que toman de recuperación, y ciertamente en todos los casos este síntoma interfiere en gran parte con la funcionalidad.
Sobre el tema, las investigadoras puertorriqueñas Sherily Pereira Morales y Melissa Valentín Millán, llevaron a cabo un estudio para evaluar la intensidad del dolor de los pacientes con cáncer durante la fase preoperatoria y postoperatoria.
Dolor preoperatorio y postoperatorio en pacientes con cáncer
A través del análisis buscaron describir la presencia o ausencia e intensidad del dolor en la fase preoperatoria de pacientes de Puerto Rico diagnosticados con cáncer colorrectal y ginecológico. También tuvieron como objetivo evaluar el impacto del dolor en la calidad de vida de los pacientes y comparar la intensidad del dolor antes y después de los procedimientos quirúrgicos.
Para ello realizaron un estudio cuantitativo, de análisis descriptivo, exploratorio, donde incluyeron a 20 pacientes del Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico.
Cabe mencionar que las diferencias entre la intensidad de dolor las determinaron a través de la Prueba de Rango Wilcoxon.
El dolor preoperatorio estuvo presente en el 25% de los pacientes con cáncer del estudio
Entre los resultados principales se destaca que el 25 % de los pacientes con cáncer experimentó dolor preoperatorio y la mayoría (65 %) presentó dolor agudo postoperatorio de intensidad leve.
Por lo anterior, las investigadoras sostienen que no hubo diferencia significativa para determinar que la presencia e intensidad del dolor preoperatorio con la intensidad del dolor postoperatorio a las 24 horas, fue diferente en pacientes con cáncer colorrectal o pacientes con cáncer ginecológico.
Sin embargo, si pudieron identificar varios aspectos de la vida de los pacientes que se afectan por el dolor preoperatorio.
Debido a estos hallazgos, concluyen que el estudio puede contribuir en la profesión de enfermería a la identificación y manejo adecuado del dolor en los pacientes con cáncer antes y después de algún procedimiento quirúrgico.