Es vital la prevención y reducción de los riesgos para estas comunidades, sobre todo para aquellos pacientes que tienen enfermedades crónicas o comorbilidades.
Según el estado actual de Puerto Rico, y teniendo en cuenta el impacto derivado del huracán Fiona, se han desarrollado diferentes espacios para la vivienda de aquellos que fueron afectados por inundaciones, y quienes perdieron casas. Estos espacios, además, sirven para albergar a quienes lo necesiten en estos momentos de emergencia.
Y es por eso que se deben tener presente las diferentes enfermedades o infecciones que pueden llegar a ser adquiridas en ambientes como estos, previniendo y reduciendo el riesgo para estas comunidades, sobre todo para aquellos pacientes que tienen enfermedades crónicas o comorbilidades.
“Esta emergencia del huracán Fiona, trae un reto y es que seguimos teniendo una pandemia de COVID-19 y empezamos la temporada pico de influenza”, compartió en entrevista exclusiva para la Revista de Medicina y Salud Pública, la Dra. Marielys Otero Maldonado, infectóloga y especialista en Enfermedades Infecciosas en Manatí Medical Center (MMC).
Enfermedades que se pueden adquirir
Teniendo en cuenta que, actualmente nos encontramos enfrentando el ya conocido COVID-19, el riesgo principal gira en torno a este virus que puede ser transmitido en espacios pequeños o por contacto cercano, por lo que es necesario reforzar las medidas de prevención en cuanto a esta condición, sobre todo en espacios compartidos como los baños en los refugios, por lo que, “si una persona entró antes y tuvo un estornudo, tosió, o se limpió la nariz, esas partículas se quedan en el ambiente. En el caso de COVID-19, la partícula se puede quedar 4 horas y no baja rápido a las superficies”, confirma la Dra. Otero.
Leptospirosis, enfermedad bacteriana que, como consecuencia, puede desarrollar, insuficiencia renal o hepática, meningitis, dificultad para respirar o sangrado, y que se transmite al contacto de las personas con agua contaminada, o si es usada para beber o bañarse.
Dengue, este se transmite a través de la picadura de un mosquito infectado con el virus, esta es una enfermedad que afecta personas de todas las edades, y que puede ser asintomática, o presentar desde una fiebre leve a una fiebre incapacitante, acompañado de dolor intenso de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolor en músculos y articulaciones, y eritema; y menos común el virus del Nilo, “que también se pueden adquirir por picadas de mosquito, y también podría ser una de las adquiridas”, sostiene la especialista.
Al momento de tener contacto con aguas contaminadas en medio de procesos de limpieza o remoción de escombros, están presentes las bacterias como E-coli o Campylobacter que, como síntoma principal, van a desarrollar, “cuadros de diarrea”.
La especialista, comparte algunas medidas de prevención
Lavado de manos con agua y jabón, “sigue siendo una herramienta importante que evita cualquier enfermedad infectocontagiosa”, confirma la experta, quien hace un llamado teniendo en cuenta la disposición de espacios en los refugios, en actividades como, antes y después, de cocinar, ir al baño, alimentarse, consentir o alimentar mascotas, al hacer aseo.
Uso de la mascarilla, “al estar todos juntos en un refugio donde el espacio es más cerrado, debemos utilizar mascarillas, en todo momento y si nos la quitamos, que sea en espacios exteriores”, asegura, y continúa “bien importante utilizar la mascarilla cuando vamos a los baños, porque los baños son espacios cerrados, dónde más se pueden concentrar las moléculas de cualquier virus”.
Uso de ropa fresca o ligera, además de que esta esté limpia, “la ropa sudada o sucia, puede consigo traer algunas bacterias”, sobre todo si se aplican actividades de limpia o levantamiento de escombros; asimismo en este tipo de actividades se recomienda el uso de “guantes de goma gruesos, serían perfectos, uso de manga larga, para protegernos del sol y también de picadas de mosquito, así como pantalones largos”, además de gafas y casco de seguridad, “sería lo ideal, lo recomienda la EPA, la OMS y los CDC”
Utilización de repelente de mosquitos, “sobre todo en horas de la tarde, cuando ya cae la noche”.
Tapar y hacer curaciones periódicas de aquellas heridas o abrasiones, que tengan en la piel, van a permitir que se cure de la forma adecuada, además de evitar infecciones: “Es fundamental que sean tapadas antes de levantar escombros o tener contacto con aguas estancadas”.
Uso de zapatos cerrados, y que no filtren el agua, “sobre todo las personas diabéticas es importante que se chequeen los pies, que no hayan tenido abrasiones, y si las tienen, que las limpien bien y las cubran antes de seguir”.
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