Una bacteria que predomina en Australia tiene en vilo a varios científicos, sin embargo, están estudiando el organismo para prevenir complicaciones
Un paciente había presentado en uno de sus de sus miembros inferiores un dolor e inflamación constante, cuando se dirigió a su médico de cabecera estos síntomas habían empeorado e incluso su pie se había abierto a lo que el especialista de cabecera aconsejo una visita de inmediata a sala de emergencias, se trata de Rob Courtney un paciente con úlcera de Buruli en Australia.
Este organismo es una bacteria carnívora que predomina en el área Sur de Australia, ya que se han presentado en los últimos tiempos en una cantidad considerable de individuos que han sido contagiados por este parásito. Como asegura Courtney este ser es temible ya que trata de terminar con el huésped en el que se aloja. Los médicos que le prestaron un servicio de primera línea le recetaron algunos antibióticos que se usan en afecciones graves como la lepra y la tuberculosis.
La mayoría de especialistas cree que esta afección se origina por un animal y se ha transmitido a causa de estos, es decir que puede existir una correlación zoonótica, un suceso similar de contagio al COVID-19, a su vez varios académicos creen que este tipo de afecciones se han visto en incremento por una invasión de humanos a territorios salvajes.
Se cree que las zarigüeyas animales nativos en varios lugares del mundo, son portadoras de esta bacteria y que varios mosquitos al tener interacciones con estos seres han llevado el parásito a varios lugares y han desencadenado el contagio, no obstante, Paul Jhonson, médico y profesor de enfermedades infecciosas en el hospital Austin Health en Melbourne, asegura que esta infección siempre ha prevalecido, pero la misma raza humana la ha impulsado.
“Lo que hemos hecho es toparnos con ella y quizá hemos contribuido a intensificarla, volviéndonos víctimas incautas. Hemos causado situaciones en las que puede propagarse con facilidad y provocar enfermedades en humanos” afirmó Jhonson.
En 33 países se ha diagnosticado a varios pacientes con este parásito en su organismo, sobre todo en África y aquellos territorios que no cuentan con una accesibilidad o garantía médica donde los pronósticos son abrumadores, ya que las personas se han tenido que enfrentar con desfiguraciones y limitaciones físicas.
En Australia desde hace algunos años se han encontrado varios casos clínicos a causa de esta bacteria, sin embargo, ha sido un contagio olvidado y recientemente gracias a los estudios epidemiológicos de enfermedades infecciosas se ha podido retomar la causa de origen de tan temible organismo.
El área más afectada en Australia ha sido Mornington donde desde 2016 se han diagnosticado 180 casos por año y ha crecido a casi el doble de infectados, asimismo esta infección se ha propagado a otros territorios.
Aunque no se sabe cómo combatir a esta afección el trabajo insaciable de varias entidades de salud se estima que se pueda dar con un tratamiento efectivo y prevenir las cadenas de transmisión que pueden volverse más y más fuertes.
Fuente:
The New York Times. Científicos investigan la ola de contagios de una bacteria devoradora de carne. Disponible en: https://www.nytimes.com/es/2021/04/03/espanol/australia-bacteria-devora-carne.html