Pese a que la viruela del mono tiene una baja tasa de mortalidad, los casos siguen aumentando en diferentes países del mundo.
Los mecanismos de coordinación mundial para la contención de la viruela de mono, que se ha presentado en 88 países, con 30.189 casos confirmados, están orientados a la vacunación de la población que haya estado expuesta al virus o sea un caso positivo.
En Puerto Rico, el Departamento de Salud inició con la vacunación de esta población utilizando las vacunas aprobadas por los EE. UU. Actualmente, la Isla tiene 34 casos confirmados, siendo la mayoría de hombres adultos y se cuentan con 23 centros de vacunación habilitados.
Acerca de ello, el Dr. Javier Morales, infectólogo, indicó que la forma de controlar la viruela del mono es evitar los factores de exposición y vacunarse. Incluso sugirió vacunar por pre-exposición, es decir, que si los médicos saben que alguno de sus pacientes pudiera exponerse en los próximos días al virus, lo más recomendable sería aplicarse la vacuna de la viruela del mono, sin embargo, los biológicos solo están permitidos para casos después de un contacto sospechoso.
El periodo usual de incubación del virus puede durar cerca de diez días, en los que el paciente presentará síntomas no específicos como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, de espalda y síntomas respiratorios, lo que el infectólogo afirma es que “típicamente tienen linfadenopatía”.
Sin embargo, también pueden presentar lesiones en la piel, que son parecidas a las de la varicela y aparecen comúnmente en las palmas de las manos y plantas de los pies. “Por ese síntoma es que los pacientes inicialmente van a las clínicas de enfermedades de trasmisión sexual, porque por ejemplo la sífilis presenta lesiones en las palmas de las manos y plantas de los pies, pero básicamente la viruela de mono es un cuadro viral que se confunde con cualquier infección” explicó el Dr. Morales.
Cabe resaltar que el virus no es catalogado como una infección de trasmisión sexual, sino como un virus que se trasmite por contacto, teniendo en cuenta que los factores de riesgo identificados por los médicos e instituciones de salud están orientados a las personas con un promedio de edad de 35 años, que hayan viajado o viajen constantemente, que mantengan múltiples encuentros sexuales con personas desconocidas, del mismo sexo y/o se expongan en sitios que facilitan la propagación de la viruela del mono.
Por lo anterior, las vacunas están aprobadas para administrarse en personas que hayan tenido un contacto cercano de un caso confirmado o sospechoso del virus y las personas que en los últimos 21 días hayan tenido múltiples parejas sexuales o hayan tenido contacto piel a piel con personas desconocidas.
Actualmente, se están usando vacunas de la viruela debido a que este virus es genéticamente similar a la viruela de mono. Varios países están usando medicamentos antivirales y vacunas que fueron desarrolladas para proteger contra la viruela, erradicada en 1980.
Las vacunas JYNNEOS y ACAM2000 han sido aprobadas por los EE. UU. para su aplicación, sin embargo, la ACAM2000 no debe usarse en personas que tienen algunos trastornos de salud como un sistema inmunitario debilitado, afecciones en la piel (dermatitis atópica) o si se encuentran en embarazo.
Al respecto, el Dr. Javier Morales enfatizó que los puertorriqueños que se hayan expuesto al virus pueden ir a vacunarse en los puntos autorizados por el Departamento de Salud, ya que existe una gran disponibilidad de vacunas.
“El Departamento de Salud tiene disponibles más de 1.000 dosis para la primera vacuna contra el Monkeypox Virus y uno se revacuna hasta los 28 días, es decir, con la segunda dosis, pero pocas personas en Puerto Rico se han vacunado” explicó.
Además, indicó que se estimaba que la mortalidad de la viruela de mono fuera de un 10 %, sin embargo, ha sido mínima. Con el tratamiento basado en la vacuna y un aislamiento durante 21 días, se puede contener la propagación del virus, “no solo hay que utilizar la mascarilla, sino desinfectar los diferentes objetos con los que la persona hace contacto”.
De igual modo, el Dr. Morales destacó la importancia de las vacunas para la prevención de estas infecciones. “Lo que ha hecho que el hombre pueda tener una duración de vida aproximada de 80 años son la salud pública, la penicilina, sulfa para las infecciones bacterianas, isoniazida para la tuberculosis y las vacunas”.
Finalmente, el infectólogo afirmó que ninguna persona en la actualidad tiene inmunidad contra la viruela o la viruela del mono, ni siquiera las personas que recibieron la vacuna antes de 1980, por lo que es indispensable protegerse, ya que no tienen esos anticuerpos.
“La viruela se declaró erradicada del mundo cerca de 1980, a mí me aplicaron esa vacuna cuando era niño, pero ya no tengo los anticuerpos. Mis hijos que nacieron después de 1980 no se vacunaron porque ya estaba erradicada, esas vacunas están guardadas, porque no se sabe si la viruela pudiera ser utilizada como ataque terrorista, porque tiene una mortalidad del 30 %” añadió.
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