La historia de la doctora que enfrenta el COVID-19 mientras está embarazada

La doctora Coral Olazagasti fellow de hematología y oncología es primera línea del hospital Northwell Health en New Hyde Park en Nueva York, en este momento tiene 26 semanas de embarazo, la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) habló con ella para conocer como ha sido enfrentar esta etapa tan esperada de su vida en medio de una pandemia.

Medicina y Salud Pública

    La historia de la doctora que enfrenta el COVID-19 mientras está embarazada

    Marcela Boyacá Mesa

    Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública

    Miles de mujeres alrededor del mundo están embarazadas en este momento, justo en medio de una pandemia, seguramente la incertidumbre que normalmente trae el embarazo se ha acrecentado para muchas de estas madres, el temor a ser contagiadas por el lCOVID-19 y que sus hijos puedan sufrir alguna complicación es latente.

    La doctora Coral Olazagasti fellow de hematología y oncología es primera línea del hospital Northwell Health en New Hyde Park en Nueva York, en este momento tiene 26 semanas de embarazo, la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) habló con ella para conocer como ha sido enfrentar esta etapa tan esperada de su vida en medio de una pandemia.

    Coral dice que recibir la noticia de su embarazo ha sido uno de los momentos más felices de su vida pero que jamás se imaginó lo que venía por delante

    “Enterarme de esta noticia de verdad fue súper emocionante, mi esposo y yo llevamos casados casi tres años, pero nuestras carreras son un poco difíciles, así que estábamos tratando de evitar tener hijos por unos años, pero finalmente decidimos que este es el momento adecuado en comenzar una familia y recuerdo ese diciembre 15 que nos enteramos que ese sueño por fin se haría realidad y fueron muchas, muchas emociones, luego esas emociones estuvieran un poco tronchadas, cuando llegaron los anuncios de que el coronavirus era una situación en China, pero en aquel entonces todavía no era una realidad en los Estados Unidos”.

    https://www.youtube.com/watch?v=M7pc9zuO5Po&feature=youtu.be

    Doble preocupación, doble precaución

    El embarazo fue avanzando y con él la preocupación por la llegada del coronavirus al hospital en el que ella ejerce su profesión, la doctora no quería dejar de atender pacientes y mucho menos quería poner en riesgo a su hijo.

    “Lo primero que yo hice fue hablar con mi administración y con mi supervisora y le dije mire, yo estoy dispuesta a seguir en el hospital viendo consultas de hematología y oncología, pero mi preferencia sería, por ejemplo, si yo sé que una persona tiene confirmado el COVID-19 o tiene alta sospecha, sí, entonces mi compañero puede ver el paciente y yo puedo quedarme afuera tratando de evitar la exposición directa y ellos me respetaron bastante y me apoyaron en ese sentido. No ha sido del todo posible evitarlo porque llegó un punto en el mes de marzo que el hospital en cuestión de cuatro semanas paso de tener 1 caso a tener 700 casos, así que básicamente el hospital entero estaba lleno de casos positivos de COVID-19, por donde uno caminara se iba a exponer, pero siempre tuve en mente que después de que tuviera mi N95 y estuviera cubierta con una mascarilla, la manta que te cubre el pelo, los guantes, la bata, entonces eso  iba a ser barrera suficiente para para estar lejos de contaminarme y al sol de hoy eso es lo que me ha funcionado gracias a Dios”.

    Para la mayoría de las mujeres embarazadas es muy importante hacer control estricto de su estado y cuando se es profesional de la salud este proceso cobra un valor superior, pero esta doble labor en contextos como el actual puede jugar en contra, así lo explico la doctora Coral quien en un momento tomo la decisión como dice ella dejar su mente vacía de COVID-19 al llegar a su hogar.

    “Diría que entrar en esa defensa de ser madre y a la misma vez soy doctora, me puso también a leer y la información nos aturdió bastante, creo que llegamos a un punto en que decidimos hacer nuestro hogar como una zona libre de COVID-19  y de preocupaciones, así que luego vimos que estábamos bien estresados y que estaba afectando nuestra calidad de vida decidimos que una vez lleguemos del trabajo a nuestro hogar, vamos a dejar todo tema, esto es un una zona libre y vamos a meditar y vamos a tratar de mantenernos positivos y yo creo que ese fue lo que me ayudó eventualmente, porque de verdad que en los primeros meses fueron bien fuerte y las ansiedades y los nervios constantes fueron bien difíciles de manejar”.

    Cumplir los dos roles con el corazón

    La familia de Coral a principio le pidió que no trabajara u se fuera a su natal Puerto Rico a pasar la cuarentena y el embarazo y ella en algún momento lo contempló, sin embargo, su mentalidad altruista siempre la llevó a la misma conclusión.

    “Yo escogí esta profesión porque me apasiona sentir a la gente, pero a la vez mi bebé no escogió esta profesión, así que era tratar de encontrar ese balance entre proteger a mi bebé y ser madre antes que ninguna protección, pero a la misma vez cumplir con mi deber. Así que me tranquilice leyendo y tratando de tomar las medidas necesarias, yo pensé que podría cumplir ambos a ambos roles y eso es lo que he hecho hasta el día de hoy”.

    Por último, la doctora Coral afirmó que sus planes son trabajar hasta que pueda, hasta el último día si el cuerpo se lo permite y envió un mensaje a todas las mujeres que están embazadas en medio de la pandemia causada por el coronavirus.

    “Hay que tratar de mantener la calma, de saber que no estamos solas, Siempre hay muchas otras personas pasando por lo mismo y es normal tener miedo y es más normal tener preocupaciones y sentirte abrumado por la incertidumbre por todas las complicaciones. Pero si algo he aprendido de esta situación es tomar las cosas día a día y mirar lo positivo, mirar que estamos llevando una vida dentro de nosotros y es nuestra responsabilidad mantener la calma y confiar que todo saldrá bien. Ha sido increíble de verdad, yo pienso que, dentro de las dificultades de esta situación tan inesperada, uno tiene la capacidad de crecer, de confiar y de aprender simplemente a no tomar nada por sentado, a disfrutar el momento a agradecer que por ahora tenemos salud, tenemos familia y de pensar que todo esto pasará y que eventualmente tendremos a nuestro niño y a nuestras niñas en nuestros brazos y eso va a ser la mejor bendición de todo”.

    Mas noticias de Humanidades Médicas