El disrafismo espinal hace referencia los defectos del cierre del tubo neural. Este tubo es la estructura embrionaria que se convierte en el cerebro del bebé.
Alejandra Martínez
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
El disrafismo espinal, más conocido como espina bífida, hace referencia a los defectos del cierre del tubo neural. Este último es la estructura embrionaria que, con el tiempo, se convierte en el cerebro y en la médula espinal del bebé, así como también en los tejidos que los contienen.
En este sentido, la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP) entrevistó al Dr. Alexander Vitola, médico neurocirujano, quien afirmó que “las mujeres con diabetes y obesidad se encuentran en alto riesgo de que sus bebés padezcan problemas de disrafismo espinal”.
Ante esta situación, las pacientes con diabetes y obesidad tienen entre 1 a 3 veces incremento en el riesgo de que sus hijos nazcan con disrafismo espinal, según su indice de masa corporal.
Otros factores de riesgo, explicó el galeno, son la deficiencia de ácido fólico, los antecedentes familiares de defectos del tubo neural, entre otros.
El neurocirujano considera también que este problema está ligado al cromosoma X, puesto que es más frecuente en mujeres que en hombres.
Por otro lado, Vitola comentó acerca de algunos medicamentos ingeridos por la madre que inciden en el riesgo de padecer este problema a los bebés. Los más conocidos serían la carbamazepina y el ácido valproico. El primero es un fármaco anticonvulsivo y estabilizador del estado de ánimo utilizado principalmente para controlar las crisis epilépticas y el trastorno bipolar. El segundo es un fármaco antiepiléptico y estabilizador del estado de ánimo, no relacionado químicamente con otros medicamentos anticonvulsivos.
Existen dos tipos de disrafismo espinal. El disrafismo abierto es cuando las estructuras neurales quedan expuestas al medio ambiente: mielomeningocele. Por su parte, el disrafismo cerrado son aquellos que tienen piel de por medio cubriendo la parte afectada. Estos se dividen en dos: meningocistocele y lipomielomeningocele. El doctor agrega que los mielomeningoceles (abiertos) y los mielocistoceles (cerrados) son las malformaciones del sistema nervioso más frecuentes.
“Hablando de registros de niños nacidos con disrafismo espinal a nivel mundial, uno de cada mil pacientes nace con este problema. Al respecto, estadísticas de niños nacidos con este problema en los Estados Unidos eran similares a las estadísticas a nivel mundial hasta que notaron que la administración de ácido fólico en las mujeres, en edad fértil -no solamente en las embarazadas- disminuye su presencia y hace que los defectos del tubo neural sean menores”,
comentó.
La estadística ha disminuido, en la actualidad es del 0.3 por cada 1000 nacidos vivos en Estados Unidos.
“El disrafismo espinal abierto puede ocurrir entre los días 17-28. El mielocistocele, hacia el día 48, y el lipomeningocele entre los días 25 a 48",
dijo a MSP.
Entonces, hay una alteración de la migración y del cierre; por tanto, no se forman las estructuras adecuadamente y las meninges que quedan sobre la piel crecen.
En cuanto al disrafismo cerrado, por ejemplo, el lipomielomeningocele ocurre de forma tardía: aproximadamente el día cuarenta de la formación del bebé, lo mismo ocurre con el meningocistocele.
“Son tardíos porque permiten que haya crecimiento de células que van a formar la piel; la van a cubrir completamente”,
agregó el galeno.
Con el lipomielomeningocele muchas veces pasa que no se diagnostica en etapas tempranas, sino que muchas veces ocurre en pacientes adultos -debido a que está oculto-.
Por lo general se hace el diagnóstico prenatal del mielomeningocele y casi siempre se informa en los controles prenatales.
“Entre más alto dicho defecto, menos trastornos neurológicos habrán a diferencia de más abajo. Entre más alto el disrafismo, más limitado es; es decir, puede verse, pero por lo general no es tan grande. En cambio, a nivel lumbar o sacro se pueden ver masas enormes con defectos de piel muy grandes donde a veces es necesaria la intervención de un cirujano plástico para hacer la corrección”,
manifestó Vitola.
Los mielomeningoceles están asociados con:
Según el galeno, el disrafismo espinal abierto se diagnostica antes o justo después del nacimiento, cuando hay atención médica disponible. Estos niños deben recibir seguimiento por parte de un equipo especializado de médicos durante toda su vida y se debe informar a sus familias acerca de las distintas complicaciones a las que deben prestar atención.
Por otro lado, los niños con disrafismo espinal oculto son pacientes que, a diferencia de los otros, tienen un desarrollo psicomotor y mental normal. Estos no suelen presentar síntomas ni complicaciones, de modo que necesitan solamente la atención pediátrica de rutina.
Para finalizar, el Dr. Vitola manifestó que los niños nacidos con disrafismo espinal requieren un cuidado especial a manos de un equipo multidisciplinario, no es solamente trabajo del neurocirujano, sino también del cirujano, neurólogo, urólogo, rehabilitador físico, médico fisiatra, psicólogo, psiquiatra, etc., todos especializados en pediatría.
“Esta es una enfermedad que requiere de un personal que esté trabajando en pro del niño, de sacarlo adelante, como también de poder ayudar a los padres a que manejen y le enseñen a su hijo a cómo salir adelante”,
concluyó.