Ahora bien, en ocasiones, hay deportes cuya práctica no es 100% adecuada para el cuidado de determinadas musculaturas, como por ejemplo, el suelo pélvico.
Practicar algún tipo de actividad física de forma regular es una de las premisas que junto con una alimentación completa y equilibrada constituyen la base de un estilo de vida saludable.
Ahora bien, en ocasiones, hay deportes cuya práctica no es 100% adecuada para el cuidado de determinadas musculaturas, como por ejemplo, el suelo pélvico.
Un suelo pélvico debilitado puede provocar incontinencia, prolapsos o disfunciones sexuales
En este sentido, la doctora María del Mar Muñoz, experta en suelo pélvico del Hospital Universitario La Paz (Madrid), no ve ningún problema en practicar deporte, aunque exista un suelo pélvico debilitado, siempre y cuando se realice de forma regular y moderada. Y es que, según la ginecóloga, "tanto la vida sedentaria como la actividad física que se practica de un modo intenso, repercuten negativamente sobre esta zona".
¿QUÉ DEPORTES NO VAN BIEN?
En general, las actividades físicas que resultan más perjudiciales para la musculatura del suelo pélvico "serían aquellas que producen un incremento de la presión abdominal brusco, excesivo y continuado", apunta la experta.
Vamos a analizar algunos aspectos concretos de los deportes más practicados:
1. RUNNING
Hace unos años se puso de moda salir a correr y, desde entonces, el número de runners no ha hecho más que crecer. No se puede negar que esta disciplina aporta importantes beneficios para la salud. Sin embargo, entre ellos no se encuentra el de fortalecer el suelo pélvico.
Tras el embarazo no es lo mejor. Primero hay que recuperar la fuerza y el tono del suelo pélvico
Según la experta, el running es uno de los deportes de impacto que influyen más negativamente en su musculatura. "Además, su efecto dependerá de la intensidad con que se practique y de la situación de partida del suelo pélvico", apunta.
2. PÁDEL
Ni el pádel ni el tenis son dos deportes que la doctora considere aconsejables dentro de un programa para recuperar el suelo pélvico.
Los deportes que incluyen saltos de forma repetida afecta negativamente al suelo pélvico.
3. CICLISMO
En principio, montar en bicicleta es una actividad poco agresiva para el suelo pélvico, ya que el impacto es muy bajo.
Sin embargo, en algunas situaciones, "puede ser perjudicial debido a las posturas que adquirimos, como ocurre durante una clase de spinning o al pedalear sobre un terreno irregular que nos obliga a levantarnos del sillín", apunta la doctora. Y añade: "En esta posición, el suelo pélvico es sometido a una mayor presión y, por tanto, el efecto beneficioso, disminuye".
Ahora bien, puedes sortear este inconveniente siguiendo los consejos de la doctora:
ACTIVIDADES QUE CUIDAN EL SUELO PÉLVICO
Es importante mantener una actividad física regular y con algunos deportes podrás cuidarte en todos los sentidos.
NATACIÓN
Uno de los deportes más favorables para el cuidado del suelo pélvico es la natación. Así lo considera la especialista quien afirma que, aunque no existen estudios específicos que aborden los efectos que tiene nadar sobre el fortalecimiento de esta zona, sí se puede deducir que esta actividad es beneficiosa, ya que "no es un deporte de impacto y su práctica regular contribuye a controlar el peso, lo que indirectamente favorece el buen estado del suelo pélvico".
YOGA Y PILATES
La práctica de posturas de yoga (asanas) acompañadas de respiración diafragmática (aquella que se realiza con el músculo del diafragma) producen, según la doctora, un triple efecto beneficioso para el suelo pélvico:
Tanto el yoga como el método Pilates, ayudan a mantener el suelo pélvico en forma e incluso a recuperarlo cuando ya está debilitado. Eso sí, siempre y cuando "se realicen de forma adecuada. Por ello, es fundamental un aprendizaje correcto de los ejercicios y técnicas de respiración, lo que requiere la supervisión de personal especializado", sostiene la experta.
¿POR QUÉ SE DEBILITA EL SUELO PÉLVICO?
Lo habitual es que confluyan varios factores cuyos efectos sumados acaben afectando a la musculatura de esta zona. Según la ginecóloga, estos desencadenantes pueden dividirse en tres grupos: