Al practicar ejercicio físico, evitarás el aumento exagerado de peso, prevendrás y reducirás problemas del embarazo, dormirás mejor, estimularás tu autoestima, reducirás el estrés y te sentirás más preparada para el parto.
La práctica de ejercicios o de algún deporte aeróbico es muy beneficioso durante el embarazo y el posparto. Al practicar ejercicio físico, evitarás el aumento exagerado de peso, prevendrás y reducirás problemas del embarazo, dormirás mejor, estimularás tu autoestima, reducirás el estrés y te sentirás más preparada para el parto.
La primera aclaración es que no puede ser cualquier tipo de ejercicio. En líneas generales, los que se permiten se dividen en tres categorías.
Primer trimestre: sólo caminatas
Durante el primer trimestre, hasta que la paciente no haya superado la ecografía de las 12 semanas, en donde se informa si el embarazo está bien implantado, se sugiere solamente caminar. Para ello no hay ningún tipo de impedimento.
Luego de ese período puede comenzar con cualquiera de las variantes definidas previamente.
Bicicleta: cuidado con el calor
Si la actividad elegida es la bicicleta, se debe realizar sin ningún tipo de resistencia extra, totalmente liviana. En época estival hay que tomar el recaudo de hacerlo en lugares bien ventilados, para que la temperatura del cuerpo no aumente. Resulta fundamental la hidratación constante, pero no con una gaseosa común, sino con una bebida deportiva, ya que el calor genera que con la transpiración se pierdan sales, potasio y magnesio.
Pileta: la más recomendada
La alternativa más aconsejable es la pileta. La actividad debe ser simple, por ejemplo, nadar pecho suave. La ventaja adicional de este ejercicio es que el sólo hecho de meterse en una piscina con dimensiones grandes hace que el agua ejerza presión sobre el cuerpo, comprimiendo las venas y el tejido periférico, provocando la eliminación de líquido. Es muy frecuente que luego de media hora de pileta la embarazada deba salir a orinar, ya que toda el agua que venía reteniendo entró en circulación. Es una gran actividad para combatir edemas y patologías similares.
Pilates y Yoga: ejercicios específicos
Una gran cantidad de embarazadas plantean qué ocurre con actividades como pilates o yoga. Lo primero que deben tener en claro es que son ejercicios de elongación y mejora postural, no aeróbicos. No están contraindicados, pero se deben llevar a cabo con mucho cuidado, especialmente pilates, porque exigen demasiada elongación y a partir de las 25-26 semanas la paciente ya tiene un reblandecimiento articular, con lo cual si elonga exageradamente podría tener dolores lumbares o forzar articulaciones.
Por ello resulta fundamental seguir las instrucciones de personas que se encuentren preparados para indicar ejercicios específicos para embarazadas, de modo de evitar que la actividad se torne perjudicial.
Actividades físicas no recomendadas en la gestación
Las actividades físicas que no se recomiendan en el embarazo son aquellas que pueden ser peligrosas o que conllevan riesgo de caídas y lesiones.
Entre ellas, se encuentran el esquí, la equitación, el polo, el rafting, el karate y las artes marciales, el boxeo, el baloncesto, el patinaje, el squash y el buceo.