Dr. Alvin López Pujals es uno de los propulsores de la tecnología robótica en dicho campo en la isla.
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
La urología puertorriqueña es una especialidad atemperada a la tecnología quirúrgica y clínica que ha ayudado que cada vez más pacientes varones sean intervenidos a través de cirugías mínimamente invasivas.
La práctica del Dr. Alvin López Pujals, urólogo y subespecialista en endourología y cirugía laparoscópica del Hospital Hima San Pablo de Caguas así lo ha demostrado desde el 2008, cuando comenzó a ser uno de los primeros especialistas en lograr traer a Puerto Rico la tecnología robótica Da Vinci como alternativa quirúrgica para los pacientes con cáncer de próstata.
Otros pacientes que también evalúa el galeno son aquellos con tumores en los riñones, con necesidad de pieloplastia, piedras en los riñones, entre otros procedimientos.
El Dr. López Pujals ha ejercido su práctica en Centro Médico de Puerto Rico, Hospital de Veteranos, fue facultativo en el Recinto de Ciencias Médicas (RCM), entre otros. La subespecialidad en endourología y cirugía laparoscópica la realizó en el estado de la Florida.
“La primera prostatectomía radical (extirpación de la próstata) la realicé para el 2008. Ya en el sistema HIMA hay cuatro robots y hay otros hospitales que tienen el robot”, indicó a la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP) el subespecialista.
La cirugía robótica a través del equipo Da Vinci ha permitido a estos galenos ofrecer una opción adicional quirúrgica especialmente a los pacientes con cáncer de próstata, en vez de realizarle una cirugía abierta.
El cáncer de próstata es el más diagnosticado entre la población de hombres en Puerto Rico y es considerado el tumor más mortal.
“Es un cáncer sumamente letal tanto aquí como en los Estados Unidos. En los últimos 20 años se ha visto una gran diferencia en cómo se están tratando estos tumores por el avance tecnológico que ha resurgido”, aseguró, pues hoy día las intervenciones son menos invasivas y representan menos sangrado durante la misma y menor tiempo de hospitalización.
“La cirugía abierta ha mejorado. Heridas más pequeñas, retractores más cómodos, entre otras ventajas. Las consecuencias de ambas intervenciones son las mismas, pero en la robótica los efectos secundarios duran menos”, argumentó.
En cuanto a la remoción de piedras de los riñones, López Pujals sostuvo que hoy día existen lentes laparoscópicos de mayor resolución que le permiten ir directamente al lugar donde la misma será removida o destruída a través de otros instrumentos quirúrgicos.
“Existe una alta incidencia de hombres que por distintos factores, como la dieta alta en sal, padecen de piedras en los riñones. Dependiendo del tamaño de la piedra, si es mayor de 6 mililitro, podemos tratarlas por ondas de “shock” (litotricia) o la ureteroscopia, donde operamos sin tener que abrir al paciente. También si es demasiado de grande, practicamos la nefrolitotomía percutánea, que mediante una aguja de menos de un centímetro, logramos romper la piedra en pedazo y extraerlas”, declaró.
En cuanto a los tumores de riñones, el galeno señaló que, además de la cirugía robot, la laparoscopia sigue siendo la opción quirúrgica para estos pacientes.
De otra parte, el Dr. López Pujals sostuvo que en la isla pudieran existir sobre 80 urólogos en práctica, lo que consideró una cantidad baja y lo adjudicó a la emigración de esta especialidad hacia los Estados Unidos.
En cuanto a la salud del hombre, el galeno sostuvo que “hace falta más prevención en esta población de varones que padece de enfermedades crónicas al igual que las mujeres. La salud de los varones necesita más atención”.