Un ‘hasta luego’ para un grande de la educación moderna

Medicina y Salud Pública

    Un ‘hasta luego’ para un grande de la educación moderna

    Pronunciar el nombre del doctor Adán Nigaglioni Loyola en el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) es sinónimo de grandeza, profesionalismo y entrega.  Su legado histórico al mundo de la medicina moderna y la educación es incuestionable.  Por eso le llaman el arquitecto de la Escuela de Medicina en el siglo XX.

    “El Dr. Nigaglioni es un ejemplo de lo que somos capaces los puertorriqueños cuando nos proponemos alcanzar grandes metas”, manifestó el doctor Uroyoán Walker Ramos, Presidente de la UPR.

    “En momentos de crisis económica y la falta de confianza el Dr. Adán Nigaglioni, es un representa la profesionalización de los galenos en nuestro país”, añadió.

    Al momento de “decirle adiós” al campo académico y científico que lo abrazó por tantos años, los ejecutivos del Recinto de Ciencias Médicas tienen una gran deuda con este científico que hizo la Escuela de Medicina su casa.  Con firmeza defendió y protegió el compromiso de que la educación profesional de los puertorriqueños debe ser por puertorriqueños.  

    “Nigaglioni fue una de las mentes visionarias principales que estuvo tras la transformación de la Escuela de Medicina en el RCM de la UPR y en gran medida le debemos a él que contemos con unas facilidades educativas de la más alta calidad, de las que se gradúan cada año aquellos que serán los responsables de garantizar la salud de nuestro pueblo y el aumento en la calidad de vida de nuestra gente”, resaltó Walker Ramos.

    Sus colegas definen a Nigaglioni Loyola como un líder ejemplar.  Fue egresado de la primera clase de la Escuela de Medicina del RCM con el promedio más alto, y en el año 1963 se convirtió en el primer Decano de Medicina egresado de la misma institución.

    “Honramos en este acto la vida de quien tomó en sus manos las riendas de un Recinto infante, en sus comienzos, en una transición cuando se gestaba la mudanza física al Centro Médico. El RCM es primero en investigación científica de salud, forjador de profesionales de salud de excelencia y parte fundamental de los servicios que reciben miles de puertorriqueños. Sin duda, el doctor Nigaglioni fue determinante en que hoy podamos celebrar una institución de la que nos sentimos orgullosos”, destacó por su parte, el doctor Noel J. Aymat Santana, Rector del RCM.


    En 1967 el doctor Nigaglioni Loyola fue nombrado como el primer rector del RCM, y en el 2000 se le confirió la distinción académica de Rector Emérito.

    Durante el evento de recordación, afloró el cariño y el respeto a la obra del Dr. Nigaglioni en el CRM.  Su fidelidad y compromiso estuvo allí y la Escuela de Medicina lo celebró.

    “También aquí se desarrollaron múltiples programas de entrenamiento que hoy le sirven a este pueblo.  El Dr. Nigaglioni constituye un ejemplo a seguir, un ejemplo a recordar en estas nuevas generaciones de médicos que tal vez desconozcan que el lugar donde estudian y trabajan hoy no hubiese sido posible si no hubiera sido, en buena medida, por el gesto del Dr. Nigaglioni”, sostuvo el doctor Edgar Colón Negrón, decano de la Escuela de Medicina del RCM.   
    Durante la ceremonia “In Memoriam: Dr. Adán Nigaglioni”, la familia y la Academia celebraron la vida del Doctor y dejaron claro que su huella es fundamental para el país y para la salud de todos sus habitantes.

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