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Una investigación publicada en la revista Journal of Neuroscience vincula a la impulsividad y a los trastornos psiquiátricos, como las adicciones, con un mismo origen genético. El estudio fue elaborado por científicos de la Universidad de California San Diego, quienes fueron apoyados por 23andMe Inc, una reconocida empresa que elabora diagnósticos genéticos en Estados Unidos.
Para efectos de este estudio, más de 20.000 personas -integrantes de la compañía- donaron de manera anónima y confidencial su información genética, especificando datos sobre su historial individual de consumo de drogas y tendencias impulsivas. Los datos se obtuvieron a partir de una encuesta libre que estuvo disponible para completarse en línea utilizando la plataforma web corporativa de 23andMe. Como se explica en la publicación original, en la investigación se comparó la información genética de los participantes con etnicidad europea con los datos proporcionados.
Durante el análisis, explicó el Dr. Abraham Palmer -líder del estudio-, se descubrió que el gen CADM2, asociado al uso de cannabis, consumo de alcohol y conductas de riesgo graves, en ciertas variantes se relacionan con la 'búsqueda de nuevas sensaciones', algunas obtenidas a un aumento entre el número y tipos de drogas que el individuo ha consumido durante su vida. Además, se descubrió una nueva relación entre un gen -al que se conocía por la predisposición a desarrollar esquizofrenia (CACNA1I) y rasgos de impulsividad motivados en situaciones adversas o ante urgencias negativas.
Estudiando las bases genéticas de un comportamiento o rasgo que está presente en mayor o menor grado en todos nosotros, como la impulsividad, podemos, a la vez, aprender sobre las bases genéticas de conductas más complejas, como son los rasgos psiquiátricos, incluyendo la drogadicción”, mencionó el doctor Palmer en declaraciones al portal web revistageneticamedica.com.
Resultados del trabajo, presentados bajo la forma de distribución tipo Manhattan, donde se muestra los polimorfismos más significativos en su relación con la tendencia a actuar de forma prematura pese a las consecuencias negativas. Imagen: Sánchez-roige et al, 2019.[/caption]
Los rasgos de personalidad impulsiva y la experimentación con fármacos mostraron una herencia de SNP que osciló entre el 5 y el 11%. Las variantes genéticas en el locus CADM2 se asociaron significativamente con la búsqueda de sensaciones de UPPSP y mostraron una asociación sugestiva con la experimentación con fármacos. Además, las variantes genéticas en el locus CACNA1I se asociaron significativamente con la urgencia negativa de la UPPSP. La función de estos genes fue apoyada por análisis basados en variantes únicas, genes y transcriptomas.
Los resultados obtenidos, según el equipo de investigadores, son una clara demostración de que algunos comportamientos arriesgados, evidentes en varios seres humanos, son producto de alteraciones genéticas. Por ello, ahora buscan ampliar esta misma investigación a grupos poblacionales de diferentes edades, habitantes de otros lugares del mundo. De esta manera se podrían obtener nuevos datos sobre la genética de la impulsividad, las consecuencias que genera en el individuo y así saber -en un futuro- si este tipo de conductas son prevenibles en mayor medida.
Como se menciona en la publicación original, también se demostró que la impulsividad es un rasgo con múltiples componentes, lo que sugiere que es un endofenotipo que contribuye a estas afecciones psiquiátricas. A futuro, los investigadores esperan adelantar este estudio en modelos animales para manipular los genes afectados y descubrir si algunas modificaciones pueden tener efectos directos en el comportamiento.