Los egresados de las cuatro escuelas de medicina, las investigaciones científicas y los proyectos de salud pública demuestran que el campo tiene mucho que aportar al País.
Así quedó demostrado una vez más en las cuatro graduaciones de las escuelas de medicina del País, las mismas que en ocasiones han pasado desapercibidas por embate negativo por el disloque económico de la isla y que en ocasiones opacan las grandes aportaciones de los laboratorios y academias de la isla.
Comenzando por la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), que aportó al País graduando a más de 800 médicos, profesionales de la salud, enfermeras, investigadores, salubristas, entre otros profesionales.
Dentro de ese grupo estuvieron personas que estuvieron amenazadas por condiciones de salud serias, con bajos perfiles económicos, aquellos que fueron rechazados una y otra vez hasta que lograron entrar a la Escuela de Medicina y que, hoy día, serán los que practicarán una medicina de avanzada y velarán por la salud del País.
También, serán aquellos que pongan a Puerto Rico en alto si deciden ejercer fuera de su País.
“La Universidad de Puerto Rico enfrenta hoy día momentos difíciles. Los recortes económicos amenazan la permanencia de programas académicos, la prestación de servicios a la población y el desarrollo de nuevo conocimiento. Pero aquí estaremos unidos dando la batalla por nuestra institución, seis escuelas, un solo recinto; once recintos, una sola Universidad”, aseguró el rector del RCM, Ramón González.
Salud para los más desventajados
Otros 150 grados fueron conferidos en la Universidad Central del Caribe (UCC) y cada año su presidente, el Dr. José Ginel, se ensalza de orgullo al ser testigo fiel de cómo la ciencia y la medicina de la institución ha ayudado a decenas de pacientes con problemas de adicción y más allá, sin cubierta de plan médico.
Precisamente de la institución son egresados muchos médicos de familia y de medicina interna que dan la batalla ante las fragmentación de los servicios del sistema de salud y que ponen como norte la salud de los pacientes por encima de cualquier remuneración.
Cabe destacar que desde la UCC se entrenó el médico que estableció un precedente en la historia de la medicina puertorriqueña y a nivel mundial, siendo el doctor Daniel Vélez el primer cirujano cardiovascular en trasplantar el corazón más joven a un infante a días de nacer desde salas quirúrgicas estadounidenses.
Batuta científica por el cáncer
Más de 200 profesionales de la salud y médicos este año también fueron graduados desde la región sur de la isla, siendo la Ponce Health Science University una institución evolutiva, donde este año además aportó al País la primera residencia graduada en cirugía.
El logro se dio en una alianza hace unos años con el Hospital San Lucas de Ponce, ante la falta de cirujanos generales en el País.
No obstante, la investigación científica ha dirigido sus esfuerzos hacia develar la genética de los tumores de cáncer en los puertorriqueños para promover avances clínicos desde los laboratorios, aportando a una medicina de precisión y la aspiración del desarrollo de nuevos tratamientos que vayan acorde al perfil genético de cada paciente.
Precisamente son las aportaciones que demuestran que la ciencia puertorriqueña rebasa los límites territoriales de un 100 x 35.