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El síndrome metabólico continúa tomando un marcado impulso clínico en Puerto Rico, la diabetes se posiciona como la causa principal para el desarrollo de cuadros clínicos asociados a la afección y esta vez, se sumó el síndrome antifosfolípido. En un caso registrado recientemente en Puerto Rico una paciente de 54 años de edad con historial de diabetes, enfermedad renal, hipertensión, trombosis venosa profunda de pie izquierdo y además, se encontraba en el listado de espera de trasplante de riñón, según relató a este medio la doctora Tania Pérez, una de las autoras del caso del Hospital Auxilio Mutuo. Fue en una evaluación periódica que por medio de un electrocardiograma se le detectó un trombo de amplio tamaño en la aurícula derecha del corazón, una de las cuatro cavidades de dicho órgano. El hallazgo amenazaba directamente la vida la mujer. No obstante, la paciente obtuvo una terapia anticoagulante de 28 días. Sin embargo, el trombo localizado en el área del corazón no cedió y el caso fue referido a cirugía, específicamente al cirujano cardiotorácico Orlando López de Victoria. Cabe destacar que el síndrome antifosfolípido se diagnostica cuando el propio sistema inmunitario del paciente ataca algunas proteínas normales de sangre, y culmina con el desarrollo de coágulos sanguíneos en las arterias o venas. Si no es tratado a tiempo, puede provocar el arresto de estos pacientes que lo padecen. Este no tiene cura y requiere tratamiento de por vida. “Antes de operarla, se le realizó un cateterismo donde se dieron cuenta que la paciente tenía las principales arterias del corazón en 85% o más. Aquí se le diagnostica enfermedad multi-bazo obstruida, además del trombo en la aurícula derecha del corazón”, explicó la doctora Pérez. “Tomando parte de la vena safena y la arteria mamaria, se le realizaron “bypass” a la paciente, tipo puente arteriocoronario, para devolver el flujo normal de la sangre que atraviesa el corazón, luego de extraer el trombo en la cirugía”, añadió. Por el contrario, una arritmia cardíaca comenzó a debilitar nuevamente la actividad cardíaca de la paciente. Esta además perdió fueras en su brazo y pierna izquierda del cuerpo y comenzó con síntomas neurológicos o afasia, donde la paciente tiene dificultad para comunicarse. “Mediante un estudio de MRI nos dimos cuenta que tenía varios infartos cerebrales isquémicos y una tomografía de contrate reflejó que tenía una embolia pulmonar. Entonces unos laboratorios reflejaron que tenía triglicéridos altos y colesterol bueno sumamente bajo y aquí hicimos el diagnóstico de que la paciente tenía el síndrome antifosfolípidos”, declaró. El caso clínico pone en relieve el impacto el síndrome metabólico en pacientes puertorriqueños y de paso, el que los médicos puedan detectar a tiempo el síndrome antifosfolipídico a tiempo, pues no todo paciente sobrevive el cuadro de esta paciente en el País. “La paciente afortunadamente vive, pero lo usual es que estos pacientes mueren. Esta señora tenía ambas condiciones (síndrome metabólico y el síndrome antifosfolipídico) hace tiempo y no se conocía”, afirmó la doctora. Más de este caso en el siguiente video: