La fábrica española produce miles de tratamientos de dexametasona, único fármaco que ha sido determinante en la pandemia.
La fábrica española produce miles de tratamientos de dexametasona, único fármaco que ha sido determinante en la pandemia.
La base del tratamiento de la COVID-19 grave, ahora mismo, es la dexametasona
Katherine Trujillo Useche
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
La dexametasona es una molécula formada por 22 átomos de carbono, 29 de hidrógeno, uno de flúor y cinco de oxígeno ha sido la salvadora para los pacientes con COVID-19.
La doctora Ana Fernández Cruz habla sobre la primera ola de la pandemia donde aún muchos no sabían cómo podían ayudar a parar el número de contagios y de mortalidades que se presentaron en el mundo a causa del coronavirus , pues recuerda que ningún tratamiento funcionaba.
El equipo de la Dra. Cruz del Hospital madrileño Puerta de Hierro Majadahonda, fue pionero en investigar la eficacia de la dexametasona, un fármaco antiinflamatorio que era económico en su país. Un gran ensayo clínico coordinado por la Universidad de Oxford en Reino Unido demostró en junio que la molécula reduce un tercio el riesgo de muerte de los pacientes más graves. Los autores del estudio descubrieron que podrían salvar 650.000 vidas en lo que quedaba del año.
José Luís Barredo de 59 años, biólogo, es uno de los responsables de la única fábrica de dexametasona que hay en España, la de la empresa Crystal Pharma, en Boecillo.
La planta vallisoletana produjo el año pasado 3.000 kilos de dexametasona, un 65% más que antes de la pandemia. Si se dedicasen las tres toneladas a tratamientos para enfermos de COVID-19, habría suficiente para 50 millones de pacientes. Los cálculos de la Universidad de Oxford muestran que por cada ocho enfermos graves tratados con dexametasona se evita una muerte.
Crystal Pharma que además de dexametasona fábrica ingredientes farmacéuticos, exporta 90% de su producción a más de 70 países, según los datos de Barredo. “Estamos orgullosos de nuestra contribución en la lucha contra la pandemia”, agrega.
“La base del tratamiento de la COVID-19 grave, ahora mismo, es la dexametasona”, señaló el farmacéutico Jesús Sierra, de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).
Los resultados del ensayo clínico de la Universidad de Oxford, mostraron que hay que tratar a 34 personas para salvar una vida en el grupo de pacientes que necesitan oxígeno, pero no se encuentran en estado crítico. Los pacientes que están en UCI solo hay que tratar a 8 enfermos graves para evitar una muerte.
La dexametasona es lo mejor que se ha encontrado en un año de la pandemia. El ensayo de Oxford, realizado en la primera ola, mostró que la mortalidad de los enfermos con ventilación mecánica en la UCI bajó del 41% al 29% gracias a la dexametasona.
“Sigue habiendo una mortalidad muy elevada en los enfermos de COVID-19 hospitalizado, agregó Sierra. La combinación de dexametasona con el tocilizumab, un fármaco contra la artritis reumatoide reduce hasta un 50% la mortalidad de los pacientes ingresados en la UCI, según últimos resultados del ensayo de Oxford, ese 50% es lo máximo que se ha conseguido hasta ahora.